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Junts pel Sí recurre a la ambigüedad para evitar las discrepancias internas

En el programa algunas de las controversias del pasado se aplazan para discutirlas en el futuro

La coalición de Junts pel Sí está perfectamente coordinada en el núcleo principal de su programa, la hoja de ruta soberanista. Pero las principales discrepancias que Convergència y Esquerra Republicana vivieron durante la etapa en el que los republicanos garantizaron la supervivencia del Gobierno de Artur Mas se solucionan en el redactado con renuncias, aplazamientos, o ambigüedades. La defensa del trabajo del anterior Ejecutivo más allá del reto soberanista, queda aparcada, como intenta recordar uno de sus integrantes y ahora rival político, el candidato de Unió, Ramon Espadaler: “Yo sí defiendo la gestión del Gobierno”, suele decir.

La candidatura se ve como la vencedora clara del domingo tras una campaña en la que solo ha hablado de independencia. En el programa electoral, que redactaron durante tres semanas personas de la máxima confianza de Mas y del líder de Esquerra, Oriol Junqueras, algunas de las controversias del pasado se aplazan para discutirlas en el futuro: la gestión del agua, la educación, o la sanidad se fían a futuras leyes o pactos nacionales a debatir tras la independencia. Barcelona World, que ha provocado discrepancias en plena campaña, se fía a una “revisión” inconcreta. En otros casos, CDC cedió, interesada a revestirse de una pátina social. Por ejemplo, las medidas urgentes contra la pobreza, que incluyen la renta garantizada de ciudadanía, que CiU rechazó en el Parlament semanas antes de los comicios.

El programa se redactó con el pacto ya hecho, y la premisa fue que nada debía hacer peligrar un acuerdo que costó, como recordó ayer Raül Romeva en un multitudinario mitin en Girona: “Nadie se habría imaginado hace dos meses que Mas y Junqueras compartirían lista”, dijo, antes de que los dos, peleados durante muchos meses, se abrazaran en medio de una gran ovación.

“Es una obviedad explicar que hemos tenido y tenemos diferencias en algunos aspectos de fondo”, dijo el cabeza de lista esta semana. El candidato reconoció que las discrepancias aparecerán en un futuro, pero justificó el acuerdo por el carácter plebiscitario del 27-S. “Hay un trámite que tenemos que hacer juntos, (…) Lo que ese deba discutir se hará en el proceso constituyente, previsto en la hoja de ruta. Desdramaticemos que haya diferencias”, agregó Romeva.

El candidato elude las discrepancias con Mas en el pasado. Ahora lo que importa es la independencia, y en este aspecto la defensa es cerrada, como demostró ayer: “Tiene una querella por haber puesto las urnas. Mas hizo lo que nosotros hubiéramos hecho, pero lo hizo él. Y por ello estoy aquí”.

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