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Paté de campaña
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Mormones en la Cataluña invisible

El paseo de Herrera y Garzón por Esplugues de Llobregat dura 40 minutos. El ecosocialista habla más, el líder de IU se hace más fotos

Cristian Segura
Alberto Garzón y Joan Herrera a un acto en L'Hospitalet.
Alberto Garzón y Joan Herrera a un acto en L'Hospitalet.massimiliano minocri

Joan Herrera y Alberto Garzón se presentan en Esplugues de Llobregat con idéntico uniforme de campaña. Camisa azul, tejanos azules, zapatillas negras, barba y mochila negra —las mochilas no son de la misma marca: la de Herrera es Victorinox (suiza); la de Garzón, Tucano (italiana). Parecen dos informáticos, o dos mormones, aunque no llevan corbata ni son tan insistentes repartiendo los pasquines de Catalunya Sí Que Es Pot.

Los mormones tienen una de sus sedes catalanas en el mercado de Can Vidalet, a la vuelta de la esquina donde empieza el recorrido de Herrera y Garzón por “la Cataluña invisible”, según descripción del líder de ICV. Una pareja de mormones —uno, alto y anglosajón, el otro, latino y chaparro— pasea entre los puestos del mercado difundiendo la palabra de Dios. También hay un carrito de los Testigos de Jehová, y paradas de Ciudadanos, del PSC y de la CUP. En la Cataluña invisible, la fe y el voto nunca habían cotizado tan alto.

El paseo de Herrera y Garzón dura 40 minutos. El ecosocialista habla más, el líder de IU se hace más fotos, los vecinos le reconocen porque es un habitual en los debates de televisión. “Voy allí donde me llaman”, cuenta Garzón mientras le fotografía una señora que lleva una camiseta promocional de la empresa Megafonía Tormos (Alcantarilla). Herrera repite su mantra a todos: “Queremos sacar a Mas y a Rajoy, pero por la izquierda, no como Ciudadanos, que es la marca blanca del PP”.

Herrera y Garzón prosiguen su camino seguidos por una decena de fieles de la coalición que les presentan a tal o cual vecino. Entre un tenderete de ollas de inducción Genny y otro de fundas para edredones, el compañero Santi Campo les introduce a dos señoras. La más parlanchina avisa que ella quiere la independencia. “En Iniciativa también tenemos independentistas”, replica Campo. La señora insiste que no les votará. Campo pregunta si quiere votar a Mas: “A Mas que le voten los terratenientes, yo votaré a la CUP”. Herrera intenta convencerla de que la CUP investirá a Mas presidente. La señora no se lo cree, y anuncia que un tal Bolillo “también votará a la CUP”. “Pero si Bolillo votaba al PSUC”, lamenta Campo antes de despedirse.

Un jubilado se añade al grupo en un puesto de venta de pantalones a seis euros. Carga una bolsa de plástico de la cooperativa La Progressiva, de Parets del Vallès, con las pocas cosas que ha comprado. Luego se acerca a la carpa que tiene montada Ciudadanos y finalmente desaparece por la calle del templo mormón. El hombre observa a todos desde la distancia, como si quisiera mantenerse invisible.

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Sobre la firma

Cristian Segura
Escribe en EL PAÍS desde 2014. Licenciado en Periodismo y diplomado en Filosofía, ha ejercido su profesión desde 1998. Fue corresponsal del diario 'Avui' en Berlín y en Pekín. Desde 2022 cubre la guerra en Ucrania como enviado especial. Es autor de tres libros de no ficción y de dos novelas. En 2011 recibió el premio Josep Pla de narrativa.

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