Puig elige un emblema de resistencia de la escuela pública para abrir curso

Emoción, lágrimas y risas. Ese ha sido el escenario que se han encontrado hoy el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y el consejero de Educación, Vicent Marzà, en la inauguración del curso escolar de Primaria en el colegio público Ciutat de Cremona de Alaquàs, uno de los más castigados por la gestión de la anterior Administración del PP y emblema de la lucha por la escuela pública. El Ciutat de Cremona, un colegio de barracones que parecía abocado a la extinción, ha recuperado con el cambio de Gobierno valenciano la unidad de Infantil en valenciano de tres años, tendrá un aula para niños de dos años y el nuevo Consell les ha prometido que en 2016 se iniciarán las obras del nuevo centro. Hoy han empezado Infantil y Primaria un total de 440.000 niños en la Comunidad Valenciana.

A la llegada de la comitiva oficial, las camisetas color naranja del Cremona, megáfono en mano, han recuperado los lemas por una escuela pública y en valenciano y el "Sí que es pot" antes de ser saludados por los nuevos responsables de la Consejería de Educación.

Puig ha explicado que la decisión de la Consejería de inaugurar el curso escolar en este centro de barracones se había adoptado por la necesidad de "aprender los valores de solidaridad, justicia e igualdad" de la comunidad educativa del Cremona.

"Curso de reconstrucción"

Marzà, por su parte, ha indicado que este curso escolar es "el de la reconstrucción" y ha responsabilizado a la anterior Administración del PP de haber dejado en herencia "una gestión de infraestructuras caótica". "Los colegios que tienen proyecto los agilizaremos al máximo y los que no entrarán en un sistema de planificación clara y transparente", ha insistido el consejero, que ha resaltado: "Nuestra prioridad es eliminar los barracones".

El titular de Educación ha explicado también que los problemas con otro centro emblemático, el 103 de Valencia, en el que se iban a poner barracones en altura, se han reconducido tras hablar con el AMPA y el Ayuntamiento de Valencia para habilitar el aulario de Infantil en un solar anexo. Una solución provisional que pedían los padres y que no se ha hecho antes, según Marzá, por la descoordinación entre el Ayuntamiento de Rita Barberá y la Consejería de María José Català.

La exconsejera de Educación del PP ha criticado a Puig por no inaugurar el curso en el Colegio 103 de Valencia. "Tenía que haber dado la cara. Ese colegio estaba para licitar y nos gustaría que más allá de descansar en vacaciones hubieran tenido tiempo para solucionar cosas y no dejarlo todo en el aire”, ha dicho Català que ha acusado al nuevo Consell de no bajar las tasas universitarias ni las ratios por alumno.