Cae una banda en Lleida que había reeditado el timo de la ‘estampita’

Los Mossos d’Esquadra detuvieron el pasado 20 de agosto a dos hombres, de 67 y 38 años, y tres mujeres, de 61, 36 y 34 años –todos de nacionalidad española salvo el hombre más joven, de origen argentino- acusados de estafar, al menos, a siete leridanos mediante el timo de la estampita.

Los agentes de la policía catalana contabilizaron entre agosto de 2012 y el pasado mes de marzo siete denuncias por estafa utilizando la clásica técnica de la estampita. Seis de los timos se efectuaron en diferentes barrios de Lleida y uno en el municipio de Albatarrec. En total, los delincuentes pudieron apropiarse de más de 21.000 euros. En el último golpe estafaron 6.000 euros a una mujer de 85 años.

El clásico timo de la estampita es una técnica que incluso el actor Toni Leblanc llevó a la gran pantalla en la película Los Tramposos. Los estafadores escogen la víctima y entonces el tonto aparece. Este timador debe su nombre a que tiene el papel de llamar la atención a la víctima fingiendo una disminución psíquica. En un momento dado comienza a mostrar billetes a la víctima y asegura que va a tirar esas estampitas a la basura porque las tiene repetidas. Entonces entra en acción otra persona o una pareja que convencen a la víctima para que se aprovechen del tonto. La tercera persona –o pareja- simula ir al banco a sacar una gran cantidad de dinero- siempre inferior- para cambiarle los billetes al tonto. La víctima, si quería participar y obtener un beneficio económico se veía obligada a sacar dinero y aportarlo a la suma total, aprovechándose de la supuesta deficiencia psíquica del desconocido.

Uno de los estafadores junta todo el dinero del tonto en un paquete y en un momento de la situación le da el cambiazo por otro lleno de recortes de diario. Por último, los estafadores ponen una excusa para dejar a la víctima sola y desaparecían.

Este tipo de estafa implica que la propia víctima intenta aprovecharse del que es en realidad un timador, por lo que muchos de los engaños no habían sido denunciados, o bien la víctima intentaba ocultar el delito a través de una denuncia por robo con intimidación, situación que los investigadores sabían.

Los agentes también sabían que los estafadores se movían por toda España. Los timadores buscaban a víctimas de edad avanzada, se ganaban su confianza con una escenificación teatralizada y, cuando la víctima les entregaba el dinero, desaparecían sin dejar ni rastro.

El líder de la trama es un hombre de 67 años. Las investigaciones de los Mossos detectaron al grupo, todos de la misma familia, residiendo en las poblaciones de Vilafranca del Penedès y Vilanova i la Geltrú y procedieron a su detención el pasado 20 de agosto. La operación sigue abierta y los Mossos creen que hay más víctimas de este clan familiar.