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Somos, el sindicato afín a Podemos, aterriza en Cataluña

La agrupación nació en marzo y cuenta con 130 afiliados

Apenas supera el centenar de afiliados y sus delegados en comités de empresa no llegan a la decena, pero Som, la unidad catalana del sindicato afín a Podemos, se enorgullece de haber conseguido representación en cuatro de las cinco elecciones a las que se ha presentado en los seis meses que lleva operativo. Celebró su asamblea fundacional el pasado 6 de junio, en la que eligieron a tres portavoces provisionales, y acaban de estrenar su filial en los Mossos d'Esquadra, Som Policia.

Som nació en marzo a raíz de los comicios del Instituto Catalán de la Salud (ICS). Dos de sus tres portavoces, Noemí Bosch y Julián Roselló, trabajadores del hospital Vall d'Hebron, se pusieron en contacto un mes antes con la central en Madrid para montar una sección sindical. Ella venía de los movimientos surgidos al calor del 15M y él, de la CGT. Ninguna de las opciones les convencía de cara a las elecciones, así que concluyeron que si querían un cambio, tendrían que colocar ellos mismos la primera piedra.

Su aparición generó reticencias entre el resto de agrupaciones. “La gente nos preguntaba si realmente íbamos a participar en las elecciones porque otros sindicatos les habían dicho que éramos mentira”, recuerda Roselló. Aseguran que tuvieron que imprimir la hoja del Boletín Oficial del Estado (BOE) en la que se publicaba la conformación de Somos y adjuntarla a la propaganda electoral. Al final, consiguieron tres de los 33 delegados que componen la junta de personal del hospital. La misma cantidad que CC OO y el sindicato de enfermeros Satse.

Fue su primer éxito en Cataluña y uno de los primeros en el conjunto de España. En junio, se anotó un punto al ser la fuerza más votada en el Ministerio de Economía.

A las eleccioness del Vall d'Hebron le siguieron las de la firma textil Antex (con tres delegados), la empresa químicotextil Inacsa (1) y la que gestiona el catering en el hospital Can Ruti (2). La compañía de atención al cliente Atento es la única donde no lograron representación. No tuvieron tiempo de participar en las de los Mossos d'Esquadra, pero sí lo harán en las del Ayuntamiento de El Prat, Iberia y la empresa de alquiler de coches Avis.

“No tenemos muertos en el armario. No aceptamos subvenciones y solo nos financiamos con las aportaciones de los afiliados, así que no hay nada que nos haga sentir en deuda con el Gobierno o con las empresas”, explica Roselló. Sus 130 afiliados pagan cuotas de entre cero y nueve euros, dependiendo de sus ingresos

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Los liberados sindicales son otra figura rechazada por Som. Algo que les ha generado problemas con otras agrupaciones. “Los sindicatos mayoritarios se lo toman como un ataque frontal. ¿Cómo van a defender las subvenciones y los liberados si hay otro sindicato como Som que puede trabajar sin ellas?”, afirma Roselló.

Los estatutos de Somos ordenan la expulsión de toda sección sindical que apruebe tener un liberado. Ni siquiera la ejecutiva se dedica de forma exclusiva al sindicato: Bosch continúa con sus labores de técnico de laboratorio y Roselló, de técnico de mantenimiento. “Creemos que si no estás en tu puesto de trabajo no te enteras de lo que sucede”, explica este último.

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