García Montero se afilia a la federación que IU repudia
El candidato en las pasadas elecciones autonómicas pide la baja en Andalucía en "solidaridad" con los 5.000 militantes de Madrid expulsados por la dirección federal
Luis García Montero, candidato de Izquierda Unida en las últimas elecciones regionales, anunció ayer su baja en IU Andalucía y su alta en la federación madrileña, la misma que la semana pasada fue desligada por IU federal de la coalición “a todos los efectos jurídicos y políticos”. "Nunca me gustaron los tribunales de la Inquisición", argumenta su trasvase el poeta, uno de los fundadores de IU en 1986.
García Montero justifica su decisión porque quiere seguir la misma suerte que los afiliados madrileños, quienes se sienten “víctimas de una purga”. “Esta mañana, en una reunión en la sede de Izquierda Abierta [la corriente de Gaspar Llamazares] he pedido la baja en IU”, explicaba ayer el intelectual, que no quería dar “trascendencia” a su decisión. “Yo tengo la ficha en Andalucía y he pedido la baja en solidaridad con los 5.000 militantes de Madrid que el Partido Comunista ha expulsado de Izquierda Unida”.
El catedrático de la Universidad de Granada se considera una persona “leal a las responsabilidades”. Por eso aceptó a última hora, por “una situación extrema” y por “compromiso con el partido”, sustituir a Tania Sánchez como cabeza de la lista de IU a la presidencia de la Comunidad de Madrid. Desde entonces todo fue un vía crucis, pese a contar con el apoyo de la dirección federal, a diferencia de la aspirante a la alcaldía, Raquel López, que no fue reconocida como reemplazo de Mauricio Valiente.
García Montero y López pasaron los 15 días de campaña electoral casi en orfandad. Ni en la apertura ni en el cierre estuvieron presentes los dos líderes de IU: el coordinador general Cayo Lara y el candidato a la Moncloa, Alberto Garzón. Se escenificaba así la ruptura de la dirección nacional y regional por dos motivos. Por un lado, porque Madrid se negó a desplazar a sus portavoces en la Asamblea (Gregorio Gordo) y el Ayuntamiento de Madrid (Ángel Pérez), a los que la dirección federal relacionaba con las tarjetas opacas de Caja Madrid, algo que estos niegan. Y porque la dirección regional no estaba dispuesta a la confluencia con Podemos perdiendo sus siglas. Eso supuso la marcha de los ganadores de las primarias: Sánchez y Valiente, quien tras desvincularse de IU Madrid ha vuelto a la coalición.
Lo hace justo ahora que la dirección federal va a crear una nueva agrupación en Madrid “sin personalidad jurídica propia” que dirigirá de forma “provisional”. Asegura que ningún militante de IU Madrid va a ser dado de baja y se podrán incorporar “todas las personas que lo soliciten” si cumplen el código ético. La regional considera, por su parte, que se fuerza así a “reafiliarse”, lo que de facto supone “una purga”. La Inquisición a la que se refiere García Montero.
Críticas a Garzón
“Alberto [Garzón] y una parte del Partido Comunista han preferido hundir Madrid para seguir una estrategia de política interna”, se lamentaba García Montero en EL PAÍS días después de cosechar el 4,14% de los votos, que dejaban a IU fuera de la Asamblea de Madrid (el mínimo exigido es el 5%). “Creo que es la primera vez en la historia de una democracia en la que los dirigentes de un partido piden a la ciudadanía que no voten a su partido”, contaba. Miembros de IU llegaron a firmar un manifiesto de apoyo a Manuela Carmena, líder de Ahora Madrid.
La noche electoral García Montero, que intentó mediar entre la federal y la regional, anunció que seguía en IU: “No dimito de un cargo porque no tengo, soy un militante más, pero del compromiso no se dimite nunca”. Continuará, pero en la facción repudiada.
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