El Macba enriquece su colección con Hamilton, Ferrer y Baldessari

La primera obra que recibe al visitante en el pasillo de entrada del Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (Macba) es un golpe en el pecho. Mar Negro, una pieza de Carlos Aires de ocho metros de largo por cuatro de ancho está elaborada a partir de fragmentos de madera de colores colocados como si fuera un parqué doméstico. El golpe se recibe tras saber que las maderas son fragmentos de pateras ilegales provenientes de África encontradas en la costa de Cádiz. El impacto es mayor cuando Bartomeu Marí, director del Macba hasta el próximo 30 de junio y comisario de la exposición Deseos y necesidades, se coloca sobre la obra e invita a todos que la pisen y se sientan como un ilegal dentro de la barca en medio del mar. La obra de Aires es solo una de las más de ochenta piezas que se han incorporado al Macba en los tres últimos años firmadas por autores como Richard Hamilton, John Baldessari, Francesc Abad, Allan Sekula, Esther Ferrer o Rita McBride, entre otros, la mitad de las cuales no se han expuesto nunca.

Marí explicó, durante su último recorrido por el museo como director, que la muestra que ha comisariado está dedicada a la memoria de Richard Hamilton, uno de los artistas fundamentales para entender gran parte del arte del siglo XX y del siglo XXI, “así como un gran amigo del Macba”. Su esposa Rita también, que donó parte de una de las piezas estrellas de la exposición Growth and Form, creada por el artista en 1951, basaba en un texto científico que corrige la teoría de Darwin de la selección de las especies en la que se afirmaba que el factor estético es fundamental en la evolución. La pieza de Hamilton, como si fuera un gabinete de curiosidades del siglo XX, sorprende por su tridimensionalidad. “Reformuló radicalmente la idea misma de práctica expositiva”, explicó Marí. La obra, tras mostrarse en la Tate de Londres se ha incorporado al Macba donde quedará depositada.

Esta pieza muestra la fascinación que la innovación científica ha ejercido sobre el arte moderno. No es la única, ya que se percibe en otros trabajos como los de Joao Maria Gusmao y Pedro Paiva, Modelo ocular, una especie de cámara oscura a la que se puede acceder y en la que un foco proyecta a través de unas lentes un haz de luz sobre unos huevos de avestruz.

La colección del Macba, formada por unas 6.000 obras ha incorporado trabajos de características muy diversas: desde la pintura abstracta de los años 50 y 60, donde se sitúa el trabajo de Esteban Vicente, hasta la abstracción racional y no expresionista, de inspiración matemática o minimalista, como Esther Ferrer y sus Proyectos espaciales. Obras como las de Octavi Comeron y Marc Pataut, son reflejos de que la actualidad impacta en el arte, en este caso los cambios sociales y culturales que imprimen la economía global.

A estos nombres se suman obras de John Baldessari, como la de Dwarf and Rhinoceros de 1989, Pablo Palazuelo, Joan Brossa, Marcel Broodthaers, Öyvind Fahlström, Dieter Roth o Muntadas; además de nuevas voces del arte actual como las de Patricia Dauder, Francesc Ruiz o Mireia Sallarès o artistas consolidados como Gego, Antoni Llena, Dora García o Francesc Abad, que esta mañana explicaba su obra Nòmines, donde reúne estos documentos propios recibidos de 1973 a 2009. "Toda una vida".

Marí, que dejará, después de siete años, el cargo a finales de mes tras la polémica que generó una obra que hacía referencia al rey en La bestia y el soberano (abierta al completo hasta agosto) y que acabó con su dimisión, explicó que su paso por el centro ha servido, entre otras cosas, para "enriquecer el elemento patrimonial del museo, con archivos de artista como los de Xavier Miserachs, Joan Brossa y Maria Lluïsa Borras", y aseguró que centros como el MOMA se han interesado por cómo el Macba "trata los archivos artísticos". Deja avanzadas, aseguró, las negociaciones para incorporar fondos del artista Francesc Torres y se ha congratulado de que "finalmente se haya acabado el debate sobre el corte cronológico entre el MNAC y el MACBA".

Por su parte, la directora de la Fundación MACBA, Ainhoa Grandes, tras no desvelar la cantidad que dedica la entidad a adquirir obras el año pasado por "motivos de confidencialidad con las galerías, sí ha dicho que el valor total de la colección es de 65 millones de euros". En cuanto al sucesor de Marí, Grandes aclaró que los estatutos dejan claro que es el jurado internacional el encargado de seleccionar una "terna ordenada de forma que el primer candidato que proponga será el director y dos personas que serán sus sustitutas en el que caso de que esta persona no quiera o pueda asumir el cargo". En ningún caso serán las tres administraciones y la fundación las encargadas de escoger entre los tres al nuevo director. El día 30 se sabrá el sustituto de Marí.