El PSE-EE se fijará en su modelo guipuzcoano para remontar

De puertas afuera, el PSE-EE hará una lectura en positivo de su condición de fuerza de país con especial hincapié en Gipuzkoa, capaz de articular mayorías necesarias en una fragmentación del voto y resistente pese a los temores ante el achique de espacios de Podemos; de puertas adentro, instará a las organizaciones de Bizkaia y Álava a que sigan el ejemplo de Gipuzkoa y, fundamentalmente, "se pongan a trabajar con mayor ahínco" para remontar el vuelo que siguen perdiendo.

Gipuzkoa ha salvado a Idoia Mendia. La particular campaña de Denis Itxaso a la Diputación y la ausencia de Podemos en favor de las expectativas rentabilizadas por Ernesto Gasco en San Sebastián compensan a la nueva dirección socialista el disgusto que le vuelven a dar las afiliaciones vizcaína -imborrable el lunar de la pérdida de Barakaldo- y alavesa -abandonada por el voto crítico y huérfana en el territorio-.

"La única diferencia es que en Gipuzkoa se ha trabajado mucho más y mejor". A esta conclusión se llegaba en una lectura más pausada de los resultados del PSE-EE en las recientes elecciones del 24-M en paralelo a la reunión que la Ejecutiva Nacional ha mantenido este martes, en Bilbao. "Se ha hecho un trabajo mucho más pegado a la calle que ha dado resultados". De hecho, los socialistas han subido en votos en este territorio donde están en condiciones de recuperar algunas alcaldías de hondo significado como Pasaia, Lasarte o Zumarraga.

Fuentes socialistas admiten que "la maquinaria de Gipuzkoa está mucho más engrasada". Supone el resultado efectivo en un territorio muy castigado por el terrorismo y una mayoría PNV-EH Bildu de la histórica conjunción de voluntades entre Iñaki Arriola y el hoy secretario de Organización en Euskadi, Miguel Ángel Morales, que muchos traducen por un control férreo e inalterable. "Saben lo que quieren hacer y han trabajado con mucha intensidad", reconocen desde Bizkaia.

"En Barakaldo no se ha acertado con el mensaje y no se han hecho las cosas bien", admiten

En Gipuzkoa hay un discurso socialista único desde que se apagaron voces como la de Gema Zabaleta y tampoco las equidistancias de Jesús Eguiguren y Odón Elorza distorsionan el debate. El refrendo de su dirección provincial no tiene parangón en el resto del PSE-EE. En cambio, en Bizkaia, las heridas del duelo entre Mikel Torres e Iñaki Egaña siguen abiertas, mientras en Álava se echa en falta desde hace mucho tiempo el latido de las agrupaciones, abatidas por el declive electoral. "No se ha trabajado lo suficiente", admiten en una revisión crítica colaboradores de las campañas de estas organizaciones que vuelven a perder apoyos.

La recuperación de Pasaia dispone de un elevado valor simbólico. Supone un auténtico vuelco socialista en detrimento de EH Bildu, que sufre en esta localidad portuaria una debacle por su errónea política municipal en apenas un mandato. Pero este clima de satisfacción es particularmente notorio en Lasarte, donde los socialistas "nos hemos sacado una espina", reconoce un portavoz. "Se ha trabajado desde el primer día por recuperar una alcaldía que nos la quitaron", subraya esta fuente en referencia al polémico acuerdo de junio de 2011 entre Bildu, PNV y la Plataforma Ciudadana que entregó la alcaldía al abertzale Pablo Barrio, a pesar del triunfo del PSE-EE. Los dos concejales del PNV incumplieron las instrucciones del GBB de votar a su propio candidato. Cuatro años´después, Jesús María Zaballos repite victoria con 400 votos más.

En Bizkaia, por contra, el socialismo sigue aún apesadumbrado por la pérdida dela legendaria plaza de Barakaldo, aunque fuera por un puñado de 52 votos. Ni siquiera se contempla que sea una moneda de cambio en las previsibles negociaciones que PNV y PSE mantendrán a corto plazo a partir de la invitación al diálogo del presidente nacionalista, Andoni Ortuzar. Tampoco los perdedores confían en arañar la suficiente ventaja en el voto emigrante porque "suele ser proporcional a lo que dan las urnas".

"En Lasarte se empezó a trabajar desde el primer día que nos quitaron la alcaldía"

El apurado triunfo del PNV en la capital de la Margen Izquierda compromete a la dirección de Mikel Torres, triunfador en cambio en su bastión de Portugalete. "No se ha dirigido bien el mensaje y no se han hecho las cosas bien", admiten desde el PSE-EE desde donde surgen comentarios críticos hacia la gestión municipal en los últimos años. Además, los nacionalistas ensanchan su dominio en esta zona con la mayoría absoluta en Sestao.

Y en Álava hay alguna voz optimista que reconoce la consecución de la segunda alcaldía (Moreda), que se une a Iruña de Oca dentro del naufragio generalizado que supone quedarse con cinco escaños en las Juntas Generales. El PSE-EE, que ha gobernado Vitoria y la Diputación de Álava, queda relegado ahora la quinta fuerza y ve cómo Podemos dispone de tres representantes más en el Parlamento foral. "Muchos de nuestros tradicionales simpatizantes se han ido a Podemos", admiten en el partido socialista, sin descartar tampoco la fuga de un sector de quienes secundaban al sector crítico.

El reducido equipo de campaña ha acusado la falta de implicación de una afiliación desencantada por la imparable pérdida de peso institucional y que asista incrédula y en medio de interminables batallas intestinas y personalistas a la acometida política de Podemos. "Menos mal que no se han presentado en el Ayuntamiento de Vitoria", admitía este martes un dirigente socialista.