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Candidatos singulares: El “Obama gallego” y Tito, de ‘Verano Azul’

Aspirantes alejados de los cánones políticos trufan estas elecciones. Rompen la monotonía imperante y piden el voto desafiando su edad, su inexperiencia, su pasado o su controvertida imagen pública

Cuando quiere menospreciar a algún díscolo, el autodenominado "príncipe gitano" Sinaí Giménez Jiménez ("la primera con g, la segunda con j") lo llama "piojoso". "Piojosos" eran, por ejemplo, para él, los ciudadanos de su raza expulsados el año pasado de Galicia por una de las múltiples organizaciones que gobierna. Giménez apelaba a la "ley gitana", que "está por encima de cualquier constitución", para dictar el destierro de todos los estigmatizados por el apellido Cortiñas, el mismo que llevaba en su DNI un calé que acababa de matar a su esposa, de apellido Jiménez. A finales del año pasado, el "príncipe", hijo del llamado "rey" Olegario, alias Morón, tradicional emperador de los mercadillos, fue objeto de una investigación penal de la fiscalía de Galicia como presunto responsable del éxodo de otros 410 gitanos (entre ellos un centenar de niños y una embarazada que dio a luz huida en Zamora) que reclamaban su libertad para trabajar fuera de la cooperativa de ambulantes controlada por esta monarquía. Sinaí Giménez flirtea con la política desde que tenía veintitantos años, y ahora, con 33, se propone entrar como cabeza de lista de Iniciativa Independiente en el consistorio de Vigo (Pontevedra) rebautizado como "El Obama gallego". En una campaña que no repara en medios, dirige sus críticas contra el alcalde y también candidato, el exministro socialista Abel Caballero, y a pesar de los destierros, de sus prácticas "mafiosas" denunciadas por un ambulante en fiscalía, y las presiones constantes que enumeran las familias gitanas expulsadas, promete "más política social para el ciudadano de a pie". "Es palabra de gitano", dice como garantía de sus promesas.

Y si su familia, el año pasado, se vio envuelta en sonados episodios turbios (el fiscal pidió 10 años de prisión para su hermano como supuesto miembro de una banda de narcotraficantes y un guardia civil entró armado en la llamada "casa real", al sur de Pontevedra, para exigir el pago de una presunta deuda), su campaña electoral no para de dar sorpresas. Sinaí Giménez, respaldado en público por los más destacados líderes gitanos en España, se ha grabado un vídeo con las cantantes de Azúcar Moreno pidiendo para él el voto, y ha colocado a su número cinco, la modelo Beatriz Carrera, apoyada en una urna tal cual vino al mundo, como si se tratara de una metáfora de transparencia política, en la portada de Interviú.

En el paisaje electoral del 24-M probablemente no hay caso más controvertido que el del "príncipe gitano" que se vende como réplica de Obama, perteneciente a una estirpe que se mueve en coches caros, con personal de seguridad que protege al "rey" en una "casa real" que incluso cuenta, según Sinaí, con "jardinero payo". Pero en estas elecciones hay otros candidatos que han decidido circular por derroteros alejados de los cánones y son peculiares por sus propuestas, su avanzada edad o su pasado, sin necesidad de arrastrar en la mochila episodios tan oscuros. En este panorama figuran, incluso, vecinos que surgen desde el anonimato y la inexperiencia para luchar como políticos contra alguna injusticia sufrida a causa de los actuales mandatarios de su pueblo. Y hasta hay un candidato desaparecido: también en Vigo, Ciudadanos se pasó la primera semana haciendo campaña sin cabeza de lista. Jorge Portela se esfumó sin dejar rastro y no se dieron explicaciones. El pasado día 14, reapareció para aclarar que había presentado su renuncia por "motivos personales" antes de la pegada de carteles y que se había retirado a un discreto plano esperando que fueran sus excompañeros los que diesen la cara para hacer pública su marcha.

Francisca Vázquez también llegó para romper la monotonía imperante en Alpandeire (Málaga). Aspira a ser alcaldesa por el PP con 80 años, y como no podía ser de otra forma, entre sus prioridades están reabrir el hogar del jubilado y crear rutas en su municipio para que los mayores puedan caminar. Su caso demuestra que el PP no considera un impedimento el detalle de la edad, lo mismo que el de José Fuentes, actual alcalde de Cóbdar (Almería) por el PSOE. Al regidor de este pueblo de 252 habitantes no le he gustado el relevo generacional que su partido ha puesto como excusa para apartarlo, así que ha decidido encabezar como candidato independiente la lista del PP.

Pero si de ánimos y edad se trata, la aspirante a concejal más longeva y dispuesta es Romasa Delmás, que con 97 años ocupa el puesto 30º de la lista de UPyD para el Ayuntamiento de Sevilla, encabezada por su nieto Emmanuel Baena. Ha dicho que si se lía en esta pugna electoral desafiando su vejez es solamente "por amor a él". Aunque en Andalucía, en estas municipales, ha habido más sorpresas. Entre las candidaturas más populares, en todos los sentidos, destaca la de Miguel Joven, el actor que fue Tito en la mítica serie Verano azul y que ocupa ahora el puesto 12º de la lista del PP en Nerja, la localidad donde se rodó la serie.

Romasa Delmás, de 97 años, ocupa el puesto 30º de la lista de UPyD en Sevilla

En Baleares, Jaume Font, líder de El Pi (Proposta per les Illes), opta a la Presidencia del Gobierno, encabeza la lista del Parlamento. Es un reo. En 1989 fue condenado por delito electoral a ocho meses de prisión menor, suspensión para cargo público y del derecho de sufragio y a 180 euros de multa por manipular el voto por correo en las elecciones locales con DNI de personas fallecidas o ficticias. Es un político profesional y en su vida ha ocupado infinidad de cargos. Fue alcalde de Sa Pobla, consejero del Gobierno balear, senador, diputado balear, consejero insular, líder del PP de Mallorca. Afín en su día a los expresidentes baleares Gabriel Cañellas y Jaume Matas, se enfrentó finalmente a las políticas del actual mandatario y candidato José Ramón Bauzá.

El político se justifica. Sostiene que cumplió la pena y asegura que las repetidas elecciones que ganó, con mayoría absoluta en su pueblo mallorquín, le han librado de las responsabilidades políticas. Font niega haber sido el autor y mentor de la operación del uso, en Correos, de las papeletas con carnés de identidad. Su valentía en su rechazo a las políticas de Bauzá y su siempre clara posición ante la denominación y uso del catalán le otorgaron cierta carta blanca y simpatía ante sectores culturales y de la izquierda. Populista, con expresión casi visceral de sus emociones políticas, permaneció hasta esta legislatura en el PP. Pero al fin rompió con el partido y montó un bar en Inca que ya traspasó, llamado de nuevo por su primera vocación. Estuvo, además, imputado por el caso del plan territorial de Mallorca que se archivó, y Bauzá le aplicó la línea roja de exclusión. Font fue exonerado en este asunto judicial pero su proyecto, minoritario hasta ahora, sigue estando lejos del PP.

Convencidos de haber sido engañados por los últimos alcaldes del PSOE y el PP, un grupo de vecinos de Punxín (Ourense) presentan una candidatura "para que el Ayuntamiento trabaje de una vez por los intereses del pueblo, y no al revés". La localidad de 800 habitantes ocupó un tomo entero en la instrucción de la Operación Pokémon contra la corrupción política después de que los lugareños, organizados en comisión, denunciasen en 2013 a la juez del caso que Aquagest, con conocimiento de las autoridades desde 2008, llevaba años suministrándoles agua del grifo contaminada con altas dosis de arsénico. El Ayuntamiento, por su parte, les pasaba gruesas facturas por el líquido imbebible. Y ellos acordaron encerrarse en la casa consistorial para denunciar el atropello. Tras uno de estos encierros, su líder natural, Joaquín Moldes, ahora cabeza de lista de Cambio Intelixente de Punxín, fue imputado por desórdenes y después desimputado. En el pueblo cunde la opinión de que el domingo la candidatura ciudadana puede dar una sorpresa.

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