Los abogados reafirman en Vitoria su compromiso social
Resaltan en el congreso la “dimensión humana” de su tarea
Lo pidió el rey Felipe VI, y el manifiesto final del Congreso nacional de la Abogacía, celebrado en Vitoria, lo recoge en toda la extensión de su término.
Los más de mil letrados que han participado en él se despidieron ayer de la capital alavesa con la lectura por parte del presidente, Carlos Carnicer, del Manifiesto de Vitoria, en el que se ahonda en que “todos, absolutamente todos, debemos intensificar la defensa de los derechos humanos. No podemos mirar para otro lado ante la injusticia”.
La declaración, de diez puntos, reclama unidad del colectivo, adaptación a los nuevos tiempos “siempre desde el punto de vista de la dimensión humana” y el cumplimiento fiel de la función social que tiene atribuida la profesión en el compromiso con los más desfavorecidos.
Carnicer explicó que el actual sistema de Turno de Oficio y Asistencia Jurídica Gratuita, es un ejemplo de servicio que requiere de las administraciones públicas “un trato digno y una remuneración digna”.
Tras reivindicar la regulación de una Ley Orgánica del Derecho de Defensa que complete sistema de Justicia, el colectivo apuesta por mejorar la formación inicial y permanente para alcanzar la excelencia. “Necesitamos la especialización para afrontar los retos del futuro que nos permitan continuar con una abogacía siempre adelantada a los tiempos”, leyó el presidente de la abogacía.
Además de las adaptaciones tecnológicas “absolutamente necesarias”, los abogados creen que hay que abordar otras reformas de calado, tanto procesales como sustantivas, pero protegiendo a los abogados como una parte que debe de ser oída. “Solo así se evitarán afecciones a los derechos fundamentales como las habidas, entre otras, con las tasas, la conocida como ley mordaza o la reforma del Código Penal”, dijo.
En los puntos finales, los abogados reclamaron un gran Pacto de Estado por la Justicia como la base de la convivencia y la paz social, “que permita reconstruir y regenerar un sistema de Justicia estable, con el compromiso de todos, para conseguir que funcione de forma segura, ágil, previsible y neutral”.
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