Tormenta electoral total

Dos meses depués de las elecciones al Parlamento andaluz del 22 de marzo, de nuevo una campaña electoral para elegir a los alcaldes de 775 municipios de la comunidad en medio de una tormenta política total. En el aire está la investidura de la socialista Susana Díaz como presidenta de la Junta —que se somete hoy a una segunda votación— y la clara posición del PP de esperar a ver en qué situación quedan sus alcaldes.

A partir de ese momento, se propone negociar en serio su abstención para dejar pasar a Díaz e impedir que se repitan las elecciones autonómicas. Desde el PSOE advierten de que “nunca” se prestarán a ese intercambio. “Nunca va a haber un trueque o un cambalache de la Junta de Andalucía con otras instituciones. Hay cero posibilidades de que se produzca esa situación”, advierte tajante, hoy por hoy, el secretario de Organización socialista, Juan Cornejo. También Podemos y Ciudadanos parecen aguardar al recuento de votos.

Con la gobernabilidad de la comunidad autónoma más poblada en suspenso y sin visos de acuerdos sólidos, las previsiones electorales de los partidos tampoco proyectan mayorías absolutas en las ocho capitales, como ahora, y en las localidades más pobladas, lo que obligará a pactar para formar coaliciones estables. Incluso en capitales como Cádiz, donde Teófila Martínez, lleva imbatible 20 años.

El PP ganó hace cuatro años las elecciones municipales en Andalucía superando por primera vez al PSOE en el conjunto de la región. Rompió uno de los mitos que se creían eternos: la imposibilidad de ganar a los socialistas. En 2011, el PP aumentó su fortaleza en las zonas urbanas y consolidó a sus alcaldes pese a que muchos de ellos llevaban el bastón de mando desde 1995 y de nuevo optan a revalidar mandato. En los 29 municipios de más de 50.000 habitantes, el PP acumuló el 57% de sus votos totales y gobernó en 23 de ellos. También creció en las ciudades medias del interior, las llamadas agrociudades, desplazando al PSOE. Eso le permitió gobernar en cinco diputaciones provinciales.

Este caudal electoral está ahora en cuestión, según las encuestas internas de los partidos, por varias causas: la gestión de la crisis por parte del PP y la segmentación del electorado por la irrupción de nuevas fuerzas. Al PP la irrupción de Ciudadanos le ha provocado una fuga de voto por su lado más centrista. El partido que dirige en Andalucía Juan Marín ha presentado candidaturas en más de un centenar de municipios, los de mayor población, donde tienen ya estructura orgánica.

La encuesta del Centro de Investigación Sociológica (CIS) sobre la ciudad de Sevilla conocida este jueves es una muestra de lo que puede ocurrir en muchos Ayuntamientos. Tendría la llave de la gobernabilidad para permitir o no un nuevo mandato de Juan Ignacio Zoido.

La directora del Centro de Análisis y Documentación Política y Electoral de Andalucía, Carmen Ortega, vaticina que habrá más “fragmentación” y participación en las elecciones locales de mayo y cree que el electorado “castigará” a los dos grandes partidos. En su opinión, el PP no volverá a ser el partido más votado de la comunidad porque “su ciclo se ha cerrado”.

El presidente del PP, Juan Manuel Moreno, confía en el poderío de sus alcaldes “como garantía” para conservar las ocho capitales y ganar en el conjunto de la región. Creen que la fragmentación del voto de la izquierda perjudicará al PSOE.

Por su parte, los socialistas están convencidos de que pueden ser primera fuerza en Huelva y Sevilla y avanzan una “fuerte caída” del PP en el resto de las capitales y en Jerez. “Las mayorías absolutas se acabaron”, sostiene Cornejo, quien se muestra convencido de que el PSOE seguirá la senda de las elecciones andaluzas y recuperará la primera posición en el ranking regional de votos.

Las aspiraciones de Izquierda Unida pasan por mantener sus 78 alcaldías, aunque algunos candidatos, como los de la Sierra Sur de Sevilla, se presentan bajo la marca Ganemos, apoyada por Podemos.

El partido de Pablo Iglesias no concurre con sus siglas, sino bajo otras marcas. En Sevilla, los militantes se han dividido en varias candidaturas. La lista Por Cádiz sí se puede es la que tiene más expectativas tras ser Podemos el más votado en las autonómicas.