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ELECCIONES MUNICIPALES

Cerrando filas

Un juez, un historiador, un publicista, un cineasta, una dirigente vecinal y dos políticos, los últimos en las listas por Barcelona

Una presidenta de una asociación de vecinos, un cineasta, un historiador, un juez, un publicista y dos políticos conforman el abanico por el que han apostado los partidos para cerrar sus candidaturas por Barcelona el 24-M. Para ocupar el simbólico puesto 41 —el número de ediles del Consistorio— el alcalde Xavier Trias ha fichado a Ainhoa Francoy, dirigente vecinal; Jaume Collboni (PSC), al cineasta a Albert Solé; Ada Colau (Barcelona en Comú), al historiador Josep Fontana; Alfred Bosch (ERC), al juez Santi Vidal, y Alberto Fernández Díaz (PP) ha premiado a Gloria Martín, la edil que se jubila. Ciutadans y la CUP, con serias opciones de estrenarse en el Consistorio, han recurrido al expresidente del Espanyol Ferran Martorell y al diputado David Fernández, respectivamente. Aquí cuentan por qué se han significado.

Ainhoa Francoy (CiU).Cambió Pamplona (1974) por el barrio de Trinitat Nova, en Barcelona. Es ingeniera de Telecomunicaciones y dice que se enamoró de la capital catalana en un viaje de fin de curso organizado por su escuela cuando cursaba 8º de EGB. Hace unos meses decidió dar el paso a la política. “Soy militante de Convergència desde hace tiempo. Siempre han sido muy accesibles con nuestro barrio, así que decidí presentarme a las listas”, afirma. Francoy fue elegida presidenta de la Asociación de Vecinos de Trinitat Nova en 2012, cuando solo llevaba dos meses en el barrio, y es también coordinadora de la Asociación de Afectados por la Fibromialgia, enfermedad que ella misma padece. Está casada con un marroquí que lleva más de 30 años residiendo en Cataluña.

Albert Solé (PSC). Nunca ha militado pero dice, citando a Sergi Pàmies, que los hijos de políticos son como Obelix: que cayeron en una marmita y quedaron inoculados. “Hay que dar un paso adelante. Toja mojarse. Lo fácil es ir donde sopla el viento”, dice este cineasta de 49 años, hijo de Jordi Solé Tura, uno de los padres de la Constitución. Y se moja por partida doble: para frenar el tsunami soberanista y porque los sondeos no son buenos para el PSC. Partidario del federalismo, Solé lamenta que el mundo de la cultura opte por guarecerse a la espera de que pase el proceso y se desespera con la política cultural “gris” del Ayuntamiento. Reivindica el “brillante” modelo Barcelona que legó la izquierda y augura que el PSC ocupará una posición central en futuros pactos.

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Gloria Martín (PP). Tras cumplir dos mandatos, esta edil, de 68 años, ha optado por abandonar la política institucional para descansar y dedicarse a su familia. Militante del PP desde los 90 y abuela de seis nietos, Martín ocupa la plaza que ostentó en 2011 Carina Mejías, la candidata de Ciutadans. “La vida da muchas vueltas”, dice esta abogada tras mostrarse orgullosa de su grupo y asegurar que lo que le preocupa del 24-M es la fragmentación de voto. Dedicada al área social, de la que habla con pasión, Martín destaca que el PP logró en 2012 y el 2013 incrementar en tres millones las partidas de atención domiciliaria. Su frustración es que CiU rechazara su petición de aumentarlas a 12 en 2014. “¡Es un Ayuntamiento con superávit!”, exclama. Tiene más “espinas clavadas” como, por ejemplo, que las listas de espera para las residencias se hayan doblado con Trias. “Las personas mayores han sido las grandes olvidadas de este mandato”, afirma.

Josep Fontana (Barcelona en comú). Prestigioso historiador, Fontana, de 84 años, empezó a militar en el PSUC en 1957 y se estrena como candidato. “Es la primera vez que me dejo poner. Confío en las personas que me lo pidieron. Hay estructuras de 40 años que necesitan limpieza y oxigenación”, señala. Conocía a Ada Colau pero fue Jaume Asens, el número dos, el que le convenció con un simple correo electrónico. “Me he apuntado en el momento en que hacía falta”, señala Fontana, que avisa de que la carrera electoral se juega de forma desigual: “No es lo mismo no disponer de nada que otros, que subvencionan a radios y televisiones”. No quiere hacer pronósticos, pero insiste en que no tuvo inconveniente en dar su apoyo. “No me beneficia en nada. ¿Si me perjudica? No me supondrá ningún favor de los partidos dominantes pero tampoco nunca se los pedí”. Autor de La formació d'una identitat —Helena Rakosnik le regaló un ejemplar a Artur Mas en Sant Jordi—, Fontana se define, igual que hacia en 1957, como “rojo y nacionalista” y no oculta que le hubiera agradado que la CUP hubiera integrado también la candidatura Barcelona en comú.

Santi Vidal (ERC). El Consejo General del Poder Judicial suspendió al juez Santi Vidal tres años de sus funciones como magistrado de la Audiencia Provincial de Barcelona por haber contribuido a elaborar un borrador de la constitución catalana. Vidal rechazó la propuesta de Esquerra de concurrir como número dos de la lista al alegar que “que no es un hombre de partido". Dice que tuvo propuestas de CiU y de la CUP, pero que finalmente quiso dar su apoyo al partido de Oriol Junqueras aunque fuera simbólico. Apasionado del hockey sobre patines —en su juventus fue campeón de España con el Esportiu Noia—, Vidal tiene como sueño “ver, siendo juez, el nacimiento de la república catalana”.

Ferran Martorell (Ciutadans).Ya ocupó un lugar simbólico en la lista de C's en las elecciones de 2012 al Parlament y ahora repite. Este publicista de 73 años, ya jubilado, que acaba de ser distinguido como miembro de honor de la Academia de la Publicidad, encontró en Ciutadans a su media naranja política cuando en 2006 logró tres escaños. “Soy de Barcelona, catalán y español. No soy independentista”, afirma. Luego, dice, dejó de aparecer en las tertulias deportivas. Cree que el eje derecha-izquierda es “obsoleto” y es pesimista en la lucha contra la corrupción. “Prometí hace 30 años que llevaría corbatas negras mientras la hubiera y aún sigo. Dije que solo me las pondría a lo Carrascal cuando se acabara con ella y temo que no pasará nunca”, lamenta. Periquitode pedigrí —fue el quinto presidente del Espanyol de su familia y Can Ràbia era la finca de verano de su abuela—, Martorell cree que C's registrará un aumento electoral superior al de Podemos. “Tenemos un gran líder”, dice.

David Fernández (CUP). No milita en la CUP pero es una de sus caras más visibles. Y asegura que cuando se agote esta legislatura y abandone su escaño, se afiliará y seguirá ejerciendo como periodista en La Directa y trabajando a pie de calle en las cooperativas. “Lo que no me planteo es no seguir en la lucha”, dice. Tras convertirse en diputado en 2012, Fernández garantiza que no volverá a presentarse y, de hecho, por eso accedió a ocupar la plaza 41 de forma simbólica. “Hay que asegurar el relevo y no reducir la política a ser diputado”, dice. Fernández acompañará unos meses a sus sucesores en el Parlament y dice que será la asamblea la que decida la política de pactos.

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