Francia renuncia a la ‘autopista ferroviaria’ entre Bélgica y Euskadi
El Gobierno ha renunciado porque el proyecto tendría "rentabilidad negativa"
El secretario de Estado de Transportes de Francia, Alain Vidalies, ha anunciado este jueves que su Gobierno renuncia al proyecto de autopista ferroviaria para el transporte de camiones en tren por la fachada atlántica, desde la frontera con Bélgica en el norte y hasta el País Vasco en el sur.
"El Estado no va a firmar este contrato", ha desvelado en una entrevista a la emisora France Bleu Vidalies, ya que tendrá "rentabilidad negativa". Ha explicado que el Consejo General de la Inversión, un organismo público de evaluación, había emitido un dictamen negativo sobre el proyecto de esta autopista ferroviaria, que debía entrar en servicio en enero de 2016 y transportar unos 85.000 camiones anuales.
El motivo es que la puesta en marcha requería 375 millones de euros de subvención pública que debían aportar el Estado y los consejos generales (diputaciones provinciales), un dinero que no se iba a poder rentabilizar con la explotación. Hacían falta, en particular, algunas adaptaciones en la infraestructura ferroviaria entre los dos extremos en Dourges (en el departamento de Pas de Calais, al norte de Francia) y Tarnos (en las Landas, junto al País Vasco).
Vidalies ha añadido que hay "otros argumentos" para abandonar la autopista ferroviaria, ya que "el proyecto estaba frágil desde el punto de vista jurídico" porque "no se habían tenido suficientemente en cuenta las consecuencias en materia medioambiental".
En la actualidad funcionan en Francia dos de estos corredores ferroviarios para el transporte de camiones, uno entre la frontera con Luxemburgo (Bettembourg) y la española (Le Boulou) y otra a través de los Alpes. Hay planes para ampliar la red con una red suplementaria entre elpuerto de Calais y Le Boulou.
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