El detenido por el caso Majadahonda tenía cuchillos de carnicero y de caza
La Guardia Civil encuentra un maletín con armas blancas, hachas y productos de limpieza en el sótano del chalé de Bruno H. V.
Bruno Hernández Vega, el hombre de 32 años detenido por la desaparición de su inquilina Adriana Gioiosa, de 55 años, tenía un maletín con armas blancas, cuchillos y hachas mezclados entre sí, en el sótano del chalé de Majadahonda (Madrid) cuyas habitaciones se dedicaba a alquilar. Así lo recoge el auto de ingreso en prisión y el de entrada y registro de la vivienda, firmados por el titular del Juzgado de Primera Instancia e Intrucción del municipio majariego. La Guardia Civil también está buscando a la tía del arrestado y propietaria de la vivienda, Liria Hernández Hernández.
El registro se produjo el pasado 7 de abril en el chalé situado en el número 6 de la calle de la Sacedilla. En un primer momento, fue el propio casero el que le facilitó la entrada a la vivienda a los investigadores tras la denuncia presentada por el hermano de la desaparecida, Eduardo Gabriel. Los guardias civiles vieron que la habitación de Adriana Gioiosa estaba revuelta "sin que existieran signos de forzamiento de la entrada o de las ventanas". Además, en las zona comunes se encuentra la maleta de la inquilina y bolsas con productos de limpieza recién comprados en un centro comercial.
Lo que más llamó la atención a los agentes fue la existencia de muestras de sangre en diversas dependencias de la casa, además de "un maletín con un cuchillo y machete de carnicero, cuchillo de caza, así como piezas de una máquina de picar carne, tanto la cuchilla como rejillas, así como la propia máquina de picar carne". En esta máquina se hallaron restos de carne y óseos, según el auto judicial.
Entre los efectos personales de la víctima fueron hallados las maletas con sus efectos personales, documentos personales y su cartera con tarjetas de bancos y el pasaporte. Todos estos indicios no cuadran, según el juez instructor, con una persona que se ha marchado voluntariamente de su domicilio. Por ello, concluye que se puede estar ante un o varios delitos contra las personas, la libertad o la integridad sexual. "No concuerdan y son contradictorias las versiones de Bruno, al aparecer manchas de sangre en el domicilio y aparecer la maleta con su pasaporte", cita el auto judicial.
En el domicilio del detenido, en el número 3 de la calle de Teruel en Móstoles, se hallaron las llaves del coche de la desaparecida, la documentación del mismo y otros documentos personales de Adriana Gioiosa.
Otro hecho que llamó mucho la atención fueron los mensajes contradictorios que envió la víctima a su hermano. En primer lugar, no se corresponden "con su estilo, forma o manera de escribir o de expresarse". Además, se desdecían unos respecto a otros. En unos afirmaba que se había mudado, en otros que estaba de viaje por Europa, en otro que se compró una casa en Italia y en otro que tenía el teléfono roto.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.