La tumba de Lola Flores

1. Parque John Lennon. Es un lugar al que me gustaba ir a hacer nada. Hubo una época en la que todos los días me paraba a leer hasta que se ponía el sol en un banco de este parque. Aquí me leí los siete libros de Harry Potter. (Paseo John Lennon s/n)

2. Cementerio de la Almudena. No soy nada gótico, pero me gustaba mucho recorrer este lugar enorme y que está casi siempre vacío. Tiene algunas tumbas y mausoleos preciosos y personajes ilustres como el de Lola Flores, en cuya tumba hay una estatua de la folclórica. (Avenida de Daroca, 94)

3. True Love.  En este estudio de tatuajes me he hecho la mayoría de los que llevo. ¿Cuántos tengo? No lo sé, cuando superé los 30 perdí la cuenta. Empecé poco a poco: piernas, brazos... La espalda y el torso son mis próximos objetivos. (Velarde, 22)

4. El rincón. Sin duda, mi sitio favorito los domingos por la mañana. Cuando vivía en Malasaña, solía comprar el periódico y acercarme en busca de una mesa para tomar un café y quedarme ahí horas. (Espíritu Santo, 26)

5. Panta Rhei. Uno de los primeros trabajos que hice (unas postales inspiradas en la vida circense), los llevé a esta librería para que los vendieran. Desde entonces, la frecuento mucho. No siempre voy a comprar algo sino que a veces me pierdo en los libros que tienen para buscar inspiración y rarezas. Creo que es la mejor librería de ilustración de Madrid y es todo un honor ver ahí algunos de los libros en los que he trabajado. (Hernán Cortés, 7)

6. Restaurante Zhou Yulong. Aunque todo el mundo lo conoce como el chino de Plaza de España. Me lo habían recomendado mucho por lo que tenía muchas ganas de conocerlo. La primera vez que fui, lo hice solo y allí me encontré con Javier Bardem. Compartimos mesa, pero no le dije nada; me daba vergüenza. Es un sitio muy auténtico: muy trash, pero con platos muy guays. Un chino muy chino. (Plaza de España, s/n)

7. El palomar del Lope de Vega. Durante un tiempo fui iluminador en los teatros de la Gran Vía, en el Lope de Vega y en el Coliseum. Estábamos en los llamdos palomares con los cañones de luz. Son lugares muy especiales: llenos de trastos y con muchas historias. (Gran Vía, 57 y 78)

8. La T4 de Madrid. Por mi trabajo viajo mucho. He visitado numerosos aeropuertos, pero cuando llego al de Madrid me siento cómodo, tranquilo... Como en casa. Es fascinante cómo un no lugar puede inspirar esa paz. Además, la T4, un proyecto de los arquitectos de Estudio Lamela, me parece impresionante. (Avenida de la Hispanidad, s/n)

9. Cañada Real. Mi madre se casó en segundas nupcias con un gitano así que de los 3 a los 13 años estuve muy metido en la cultura calé. Cuando llegué a Madrid tenía mucha curiosidad por la Cañada y comencé a ir a menudo a hacer fotos. No siempre las revelaba, me interesaba más ver el ambiente que el resultado.

10. Getafe. En una pared de esta ciudad he hecho mi último trabajo dentro de la mayor intervención colectiva de España. Mientras pintaba, desde un andamio, sobre una pared de un edificio de cuatro palantas, los vecinos me iban invitando a cerveza, café... He disfrutado mucho.