El fabrismo se diluye en las listas del PP

“Es curioso ver cómo a veces los hijos reniegan de los padres”. Las palabras son de Marisol Linares, diputada del PP en las Cortes Valencianas, exsecretaria general del partido en Castellón y una de las máximas exponentes del fabrismo en Castellón. Linares criticó, en una tribuna publicada en El Mundo, la “purga” que el partido está realizando sobre quienes tienen el estigma de haber sido (o ser) hombres de Carlos Fabra. La carta la escribió después de ser apartada de las listas a los comicios del 24 de mayo.

Como ella hay otros. El elegido por Carlos Fabra para sucederle en el PP y en la Diputación, Javier Moliner, ha dado un paso más para aniquilar su legado. Ha borrado de las candidaturas a nombres históricos, a otros los ha apartado de sus feudos pero los ha recolocado con un retiro en las Cortes. También hay fabristas que se han salvado de la quema.

Paso a paso, Moliner ha ido deshaciendo una red tejida durante más de 20 años para tejer la suya. Una labor por la que recibió el desprecio público de quien ha sido su padrino. “¿Quién es Javier Moliner? No le conozco”, dijo Fabra en una rueda de prensa tras haber sido condenado a cuatro años de cárcel por fraudes fiscales. La elaboración de las listas municipales y autonómicas ha servido para continuar la purga.

“Fabristas, hemos sido todos”, según el entorno de Javier Moliner

Junto a Marisol Linares desaparece Esther Pallardó, vicepresidenta cuarta de la diputación, edil de Burriana y pareja de Carlos Fabra. Ella promovió el plantón a Alberto Fabra en el congreso nacional del PP en Sevilla en su ponencia de defensa de un código de conducta que afectaba a quien también fue su padre político.

Al ala dura del fabrismo perteneció también Luis Tena. Fue uno de sus vicepresidentes en la Diputación y gobierna Sant Jordi, un pequeño municipio del norte de Castellón, desde 1979 de forma ininterrumpida. “Siempre fue su mano derecha y ejecutora en esta comarca (Baix Maestrat)”, recuerda un adversario. No repetirá. Tampoco lo harán Vicente Casanova (alcalde de Almassora desde 2003) ni José Ramón Calpe (alcalde de Burriana desde 2007), pero ellos han sido recolocados en la lista autonómica a las Cortes. Las investigaciones judiciales han facilitado la limpieza en casos como el de Francisco Martínez, alcalde de Vall d’Alba, y Adelino Santamaría, exalcalde de Borriol. Los dos van a ser juzgados por un supuesto caso de corrupción.

Los afectados, salvo Linares, no se pronuncian. Algunos incluso niegan que su exclusión sea a consecuencia de su vinculación con el exlíder del PP. “Fabristas hemos sido todos”, asumen desde el entorno cercano del presidente de la Diputación. Moliner achaca estos cambios a la “renovación y regeneración” del partido. Sus gestos para apartarse de su antecesor le han llevado incluso a descolgar su cuadro de la galería noble de la Diputación.

Otros han sobrevivido a esta “regeneración”. Luis Rubio, diputado provincial y alcalde de Villahermosa del Río desde 1991, será candidato de nuevo. Rubio cambió el nombre de la plaza principal del pueblo para llamarla Carlos Fabra Carreras. Su continuidad en la Diputación es más dudosa. El alcalde de Montanejos (desde 1995) y también diputado provincial, Laureano Sandalinas, también se ha salvado.