Dancausa, la cara opuesta de Cifuentes
La nueva delegada del Gobierno es “muy conservadora” y “puede parecer distante”
Concepción Dancausa Treviño (Burgos, 1952) se convertirá a partir de mañana en la nueva delegada del Gobierno en Madrid, tras ser nombrada el pasado viernes en el Consejo de Gobierno como sustituta de Cristina Cifuentes. Licenciada en Derecho por la Universidad Complutense, los que la conocen la califican como el contrapunto conservador a su antecesora. “Muy prudente”, “eficaz” y “muy puntillosa con las normas” son algunos de los calificativos que ha recibido de los más cercanos.
Dancausa ha sido hasta ahora la primera teniente de alcalde y delegada de Economía en el Ayuntamiento. De hecho, algunos allegados la califican como “la mano de hierro” de los planes de la alcaldesa Ana Botella para frenar la enorme deuda que arrastra el Consistorio (5.936 millones de euros). “Las directrices las ha dado la alcaldesa, pero ella ha sido la que se ha peleado con todos para reducir gastos y ajustar el presupuesto”, afirman en Cibeles. En su entorno tiene fama de ser “muy responsable” con las tareas que la encomiendan.
Lleva más de 20 años en política. Tras ser la subdirectora general de ONG y Subvenciones del Ministerio de Trabajo, después ejerció como directora General del Instituto de la Mujer y Secretaria General de Asuntos Sociales. En 2003, dejó la política nacional y se pasó a la regional. En concreto, fue la presidenta de la Asamblea de Madrid. Tuvo como vicepresidenta a la propia Cifuentes. Dancausa tuvo que hacer frente a ese cargo justo con la crisis del Tamayazo, cuando los socialistas no pudieron gobernar por dos tránsfugas que se marcharon de sus filas en la investidura. “Creo que no necesita consejos, tiene solvencia y trayectoria; si me los pide se los daré, pero no los necesita”, dijo de ella el pasado lunes la exdelegada del Gobierno.
Su entrada en el Ayuntamiento se produjo en 2007, cuando Alberto Ruiz-Gallardón la dio la Delegación de Familia y Servicios Sociales. Cuando el alcalde se marchó del Ayuntamiento para dirigir el Ministerio de Justicia, Dancausa se convirtió en la mano derecha de Ana Botella, sobre todo, en materia de números. “Se deja asesorar mucho por los técnicos y por los expertos. Le gusta mandar en su área, pero sobre todo cuando domina la materia. En lo que no conoce, se caracteriza por la prudencia, por ir despacio y con buena letra”, afirman fuentes del PP.
El contrapunto con Cristina Cifuentes es palpable. Si a la anterior delegada le gustaba hablar de casi todo y protagonizar ruedas de prensa interminables (algunas han durado hasta una hora y media), a Dancausa le gusta ir con un guión preestablecido y sabiendo el terreno que pisa. Ante la duda, silencio. “Se prepara muy bien las cosas. Al principio puede dar una imagen de seriedad y de distancia, pero, según se la conoce, gana. Entonces se muestra más cercana y agradable”, relatan fuentes cercanas.
Casada y con cinco años, se caracteriza por ser “muy conservadora”, según algún colaborador muy próximo, mientras que Cifuentes es “más progresista”.
Llega a una Delegación del Gobierno que está viviendo un momento dulce, con la delincuencia bajando en los últimos años, y con ausencia de hechos criminales importantes, tras la detención del pederasta de Ciudad Lineal en septiembre y de haberse producido un descenso palpable de los homicidios en la última década. Tendrá que ponerse al frente de más 20.000 policías y guardias civiles de la región en un momento en que se está en máxima alerta ante un posible atentado yihadista.
Su cargo llega con fecha de caducidad. O no. Con el cese del actual Gobierno central, también se producirá el suyo. Eso si el PP no repite al frente del Ejecutivo y la mantiene en el puesto. Eso sí, no podrá ir en las listas de Esperanza Aguirre al Ayuntamiento, como se anunció esta semana, ya que se trata de un cargo incompatible con la Delegación del Gobierno. Algunos dentro del PP lo han visto como envite de Mariano Rajoy contra Aguirre.
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