Con los fogones a Serrano

¿Cómo se cocina en un exclusivo negocio de la Milla de Oro de Madrid o una galería de arte sin que el humo se cuele en todas partes? Una decena de exclusivos establecimientos de la calle Serrano y alrededores y dos espacios de arte han accedido al experimento. El riesgo lo corren por un fin benéfico. Catorce chefs de prestigio cambiarán por una noche los fogones de sus restaurantes por la trastienda de los negocios del barrio Salamanca y espacios artísticos para ofrecer una cena a un reducido grupo de comensales. El objetivo es recaudar fondos para Acción contra el Hambre. Se trata de las Soul Food Nights.

El cocinero Óscar Velasco, con dos estrellas Michelín, apadrina este año esta cena solidaria simultánea, que alcanza su tercera edición: “Salimos de nuestro entorno de seguridad para entrar en otro nada común. La cocina es el medio pero el fin es mucho más importante”. También él ha tenido que lidiar en años anteriores con el desafío de ofrecer sus platos en un entorno extraño para la cocina, muy diferente del restaurante Santceloni. En esta edición, en la que colabora la revista Icon, se incorporan espacios artísticos como el museo Thyssen o la galería David Bardía. “El año pasado un amigo nos dejó el horno, trajimos la mesa para los comensales…todo. Pero al final es una experiencia solidaria más que gastronómica”, apunta.

El dinero que se obtiene con la iniciativa va destinado íntegramente a diversos proyectos de Acción contra el Hambre. En la pasada edición se enviaron 45.000 euros a campos de refugiados como el de M'Bera (Mauritania). El coste por cubierto es de 250 euros y se puede reservar y conocer la lista de los lugares disponibles en la página web del evento. Los participantes pueden elegir entre los platos de Diego Guerrero, Andrea Tumbarello, Pepa Muñoz, Mario Sandoval, Paco Roncero, Iván Muñoz, Byron Hogan, Óscar Velasco, Javier Aranda, Pedro Larumbe, Estanis Carenzo, Ricardo Sanz, Luis Arévalo y Juan Pozuelo.

Diez de los cocineros se citaron esta semana en una de las 14 tiendas participantes en el evento, Harmont&Blaine. Sentados en círculo entre un sofá blanco y algunos taburetes de colores, los que repiten en las Soul Food Nights comentaban la peripecia de cocinar en un negocio. Y los que se estrenan en el evento se preguntaban cómo será. Algunos como Pedro Larumbe, ya saben a lo que se enfrentan: “Combinar gastronomía y un espacio como este es toda una experiencia. ¡Es como un día de fiesta!”. Pepa Muñoz no se puede quejar de la suerte que ha tenido en las dos ediciones anteriores, le tocó en dos tiendas de decoración que contaban con cocina: "Es como una cena en casa", resume.

“El trabajo del cocinero se basa en la generosidad, en ofrecer al comensal lo mejor. Esto es algo parecido. Tratamos de sacar lo mejor de nosotros”, asegura Diego Guerrero. Larumbe remata: “La idea es que no quede nada en el plato”.