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Barberá se complica con el ‘caloret’

Los altos cargos del PP evitan arropar a la alcaldesa en la primera ‘mascletà’ El equipo de gobierno de Valencia exhibe chapas de apoyo con la ‘senyera’

Barberá junto a la fallera mayor Estefanía López y el embajador de Chile en España Francisco Javier Marambio en el balcón.
Barberá junto a la fallera mayor Estefanía López y el embajador de Chile en España Francisco Javier Marambio en el balcón.EFE / MIGUEL ÁNGEL POLO

El “fred del verano” es lo que seguramente sintió ayer la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, en su primera salida al balcón del Ayuntamiento para asistir al arranque de las mascletades de las Fallas 2015. Una semana después de su incomprensible discurso en la Crida ante miles de falleros, que se ha convertido en el fenómeno viral del caloret, ningún cargo de primer nivel del PP acudió ayer a arropar a Barberá. La alcaldesa compareció lo justo en el balcón del Consistorio, apenas arropada por sus concejales que exhibían ufanos en sus solapas una chapa con el lema I love el caloret faller y los colores de la senyera con la intención de dejar atrás el suceso. “Fue una anécdota que se ha amplificado por la esencia de las fallas, que es la sátira”, afirmó el concejal de Fiestas, Francisco Lledó.

Un esfuerzo insuficiente para compensar una semana horrible que ha puesto en evidencia el desconocimiento que tiene la alcaldesa del valenciano después de casi 25 años de Gobierno municipal, y que ha deteriorado notablemente su imagen pública.

La polémica supone, además, un auténtico jarro de agua fría después de que un sondeo interno realizado en la ciudad de Valencia indicase que, pese a perder la mayoría absoluta, Barberá podría gobernar con el apoyo de Ciudadanos. La encuesta, según fuentes populares, dejaba a la alcaldesa a dos concejales de la mayoría absoluta (17 ediles) pese a perder un buen caudal de los de los 208.000 votos cosechados en 2011. Unos datos malos pero que abrían una ventana de esperanza a pocas semanas de la campaña electoral. El resbalón del caloret, de repente, ha complicado el escenario.

Así, las mascletades se iniciaron con el temor a que las protestas ciudadanas prendan en la plaza. Por motivos de seguridad, los accesos se restringieron en toda la fachada del Ayuntamiento, la ambientación musical del balcón hizo atronar la canción Valencia en Fallas de Vicente Ramírez y la alcaldesa apareció con semblante serio unos minutos antes del disparo de la pólvora y desapareció poco después del espectáculo, ya más relajada.

En la calle, apenas unos silbidos y un pequeño grupo de la Intifalla coreó gritos y carteles contra la corrupción. Un colectivo que hoy prevé volver para protestar por el maltrato de Barberá hacia el valenciano. Esa misma lengua que el rey Felipe VI pronunció con esmero el pasado viernes en su visita a Valencia.

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