Enfrentamiento a machetazos entre bandas latinas rivales en Vallecas
Reaparecen los Latin Kings, debilitados en favor de los Ñetas y los Trinitarios
Ocurrió el pasado lunes. A plena luz del día. Hacia las 17.30 de la tarde, tres jóvenes entraron precipitadamente en la cafetería Chelle, en el distrito de Vallecas, y cerraron violentamente la puerta. Les perseguían otros tres, armados con bolomachetes —una especie de cuchillos desbrozadores— de hojas de 32 centímetros. Minutos más tarde, en la calle, tratando de darles caza y entrar en el establecimiento, había más de una decena de jóvenes armados. Lo relata Luis, el propietario de ese local vallecano, que muestra los daños de “esas catanas” en la barra de su bar y las señales de haber tenido que cambiar las dos lunas de una de las entradas. “Fue un minuto, yo pensé en esconderme en el almacén si lograban pasar, pero al final los chavales escaparon por la otra puerta”, cuenta.
La policía del distrito detuvo a siete de ellos —incluido un menor, de 16 años, y un viejo conocido como Vicosi— e incautó tres machetes y una cadena de cuentas negras y amarillas, los colores de los Latin Kings.
Llevaban ocho meses sin aparecer y lo hicieron en “territorio Ñeta”, en palabras de agentes de ese distrito madrileño. Los Latin Kings, la primera banda latina que se replicó en Madrid allá por el 2001, es hoy una de las más debilitadas en la región, donde han adquirido mayor protagonismo otras como los Trinitarios, los Dominican don’t play (DDP) o los Ñetas. La policía calcula que entre todas —en barrios perfectamente delimitadas— no suman más de 350 miembros activos —aunque los fichados se cuentan por miles—, sometidos a un estricto control por el grupo especializado en bandas latinas. “Se ha producido un desplazamiento hacia el extrarradio de la ciudad, por una cuestión de encarecimiento de la vivienda”, explican. A la vez que reconocen como armas habituales los machetes: “Son de venta libre, los compran simplemente dando su carné de identidad por 30 o 40 euros”.
Esas armas son de venta libre, las consiguen por 30 euros, dice un agente
La detención por violación y robo en 2003 de King Wolverine, Eric Javier Jara Velastegui, el rey de reyes de los Latin Kings, el líder más carismático, puso en alerta a la policía, que encontró en el registro de su domicilio hasta filiaciones de miembros de su banda criminal, perfectamente organizada. Desde entonces la rivalidad y el poder de las distintas bandas o grupos organizados y violentos de carácter juvenil, con sus chapas —apodos—, sus juramentos y sus ritos de iniciación propios, ha ido basculando. Ahora los más numerosos son los Trinitarios y los DDP, de origen dominicano; seguidos de los Ñetas y los Latin Kings, con raíces ecuatorianas.
“La banda no es un medio de vida, es una forma de vida, un modo de obtener valores como respeto, poder, consideración”, aseguran los investigadores, que señalan que el perfil delincuencial no se corresponde con delitos graves. Los agentes vallecanos coinciden en que son habituales protagonistas de “robos con violencia”.
Como presumiblemente ocurrió el lunes en Vallecas, las reyertas se producen en lugares públicos por encontronazos o por ocupación de zonas del adversario. Cada grupo en sus dominios es amo de las canchas de baloncesto —cobran hasta mordidas por su uso—, sus sedes al aire libre.
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