Junqueras: “Frente a la corrupción no podemos sentir otra cosa que asco”

"El 27 de septiembre tendremos la oportunidad de votar por la independencia, en unas elecciones que podemos y haremos decisivas”. El líder de los republicanos, Oriol Junqueras, ha dado ya por iniciada su campaña electoral para conseguir el mayor número posible de votos independentistas en las próximas elecciones del 27 de septiembre. El republicano ha apelado esta mañana, en un discurso en la sede del partido, a construir “un país limpio y justo”, que luche contra la corrupción. “La lucha contra la corrupción será una lucha de primera línea en este país. Las personas relevantes que se han lucrado ayudando a deslocalizar empresas y llevar a nuestros ciudadanos al paro, no pueden hacernos sentir otra cosa que no sea asco”, ha aseverado, con una alusión implícita a casos como el del exdiputado de CiU Oriol Pujol. El exdiputado se negó la semana pasada a declarar ante la juez como imputado por los presuntos delitos de cohecho y falsedad documental al supuestamente haber cobrado de un empresario amigo para usar su influencia política en varias operaciones empresariales.

“Construiremos un país independiente, un país limpio que haga todo lo posible para acabar con la corrupción y el fraude, porque el que no paga nos está privando de nuestros recursos para la educación de nuestros hijos y la salud de nuestros enfermos”. El republicano ha querido dejar constancia de las “limitaciones” que sufre Cataluña por la imposición de unos Presupuestos que no deciden ni los ciudadanos ni el Parlamento catalán, si no el Ministerio de Hacienda, “una limitación durísima y terrible con consecuencias dramáticas para nuestros ciudadanos”, ha mantenido el republicano.

Junqueras ha querido dirigirse en su primer discurso de campaña a los indecisos y a los que votarán no a la independencia. “Queremos construir nuestro país, nuestro futuro con todos aquellos que harán todo lo que esté a su alcance para ejercer la independencia. En esta construcción queremos incluir a aquellos ciudadanos que legítimamente no votarán por la independencia pero respetarán la voluntad de la mayoría de Cataluña y aceptarán el resultado”.