Las multinacionales tiran de la vivienda en Las Tablas
Los atascos llevan a muchos empleados a alquilar piso en los barrios del norte
La Vela es uno de los últimos vecinos en mudarse a Las Tablas. Aún en construcción, este colosal rascacielos aguarda rodeado de vallas la llegada de los 6.000 empleados de la nueva sede del BBVA, que desembarca en este barrio de la zona norte de Madrid, de unos 30.000 habitantes. No viene sola. Trae consigo más retenciones y atascos en sus accesos en hora punta, pero también un auge inesperado en el mercado de la vivienda. Muchos trabajadores optan por mudarse a Las Tablas y al vecino Sanchinarro para ahorrarse los atascos y las horas muertas buscando aparcamiento.
Quedan menos de seis meses para que La Vela, con 19 plantas y 93 metros de altura cobre vida. La nueva ciudad financiera del BBVA, en la que ya trabajan 2.000 empleados, sigue los pasos de otras multinacionales que han elegido los PAU del norte de Madrid.
El rascacielos se asoma a la A-1, que conecta a Las Tablas con el centro y lo separa de Sanchinarro. Una pasarela peatonal con la firma del BBVA une ambos desarrollos. Al otro lado de la autovía, el nuevo edificio comparte vistas con un macrocentro de El Corte Inglés. Detrás, hay que atravesar un cinturón de sedes y nombres comerciales para llegar a la zona residencial: Metrovacesa, Ferrovial, Telefónica, Phillips...
“Las sedes empresariales suponen un valor añadido y provocan que muchos trabajadores se instalen en estos barrios”, dice la Sociedad de Tasación, que cree que la llegada de los empleados del BBVA serás un catalizador del mercado y “podría provocar subidas de precios a medio plazo”.
Los precios subirán pero a medio plazo, según la Sociedad de Tasación
Una lista de pisos en alquiler llama la atención en el escaparate de una pequeña inmobiliaria frente a El Corte Inglés. Las miles de personas que van y vienen cada día a trabajar a esos barrios han provocado un rebrote en los alquileres de estudios y pisos. El precio medio está entre 600 y 750 euros al mes para estudios y apartamentos de un dormitorio; 900 para dos dormitorios; y de 1.000 a 1.200 para tres. “El repunte es y será más evidente en el mercado de alquiler. Pero el traslado de más gente no suele traducirse en un efecto inmediato sobre la compra”, explica Carlos Smerdou, consejero delegado de Foro Consultores. Sucedió lo mismo cuando se instaló Telefónica, en cuyo complejo trabajan 14.000 empleados: el efecto se retrasó año y medio.
Aun así, inversores y ahorradores ya están adquiriendo apartamentos de un dormitorio para alquilarlos. Pero no sólo. David Everde, que se mudó a Las Tablas hace ocho años, “cuando no había ni una panadería”, está pensando en alquilar su vivienda. “Se ha notado mucho en los precios”, dice.
Hay vecinos que están arrendando sus viviendas para hacer negocio
Una vivienda en esta zona no tarda más de dos meses en arrendarse. Pilar Olivares, vecina de Sanchinarro, ceee que desde hace unos meses los carteles de “se vende” o “se alquila” son menos numerosos, y aparecen y desaparecen con rapidez. No solo ofrecen pisos. “Viviendas o garajes en alquiler”, reza un anuncio en uno de los bloques. Al fondo, sobre una colina, se divisa el campus empresarial de Telefónica. El repunte de la demanda también ha llegado a las plazas de garaje por los problemas de aparcamiento en torno a ese complejo.
A las ocho de la mañana y a las siete de la tarde, el paisaje de Las Tablas y Sanchinarro se convierte en la fotografía del atasco. Los empleados que optan por mudarse a la zona buscan quitarse de un plumazo horas atrapados en torno a las autovías A-1, M-607, A-11 y M-40. “Los accesos son claramente insuficientes para el número de habitantes”, cuenta la Sociedad de Tasación.
Gema Hernández lleva apenas dos meses viviendo en el barrio, aunque se desplaza al trabajo a Alcobendas, y desde el principio se dio cuenta del problema: “Solo hay dos salidas y sí, por la mayoría de las calles suele haber muy poca gente durante buena parte del día, pero a las 8.30 o nueve de la mañana salir de aquí es imposible”. Ángel Fernández, coordinador técnico de Tinsa, indica: “En el caso de Telefónica, la rotonda principal no es capaz de absorber el volumen de vehículos de empleados; y en el caso de la M-30, el culpable de los atascos es el nudo de Manoteras y, en general, las retenciones de la zona sur por la tarde”. En unos meses, cuando se muden todos los trabajadores del BBVA, la situación se agravará.
El área donde se ha instalado Telefónica no es capaz de absorber el tráfico
¿Suben los precios? Los expertos no hablan de aumentos a corto plazo, aunque sí de una estabilización. “Desde el momento álgido del boom, los precios han experimentado un progresivo descenso y parece que ahora la tendencia es la estabilización”, dice Jorge Almagro, director comercial de Residencial, Urbanismo y Suelo de Jones Lang LaSalle (JLL). Solo algunos se atreven a apuntar subidas puntuales. “En los anuncios empiezan a verse precios algo más altos, pero quizá sea un espejismo debido a las altas expectativas de venta y alquiler”, cuenta Alberto Clemente Andrés, agente inmobiliario de la zona.
En las amplias avenidas de Las Tablas y entre sus bloques de viviendas que se suceden uno detrás de otro, es fácil toparse con obras recién empezadas o con solares en los que se anuncian nuevas promociones. Según Tinsa, en el último año se ha reactivado la construcción y, si bien estos desarrollos urbanísticos ya consolidados cuentan con muy poco suelo vacante, aún disponen de una amplia oferta de vivienda nueva.
En Las Tablas se han entregado unas 11.500 viviendas, hay un centenar en ejecución y queda edificabilidad para 700 más. En Sanchinarro se han entregado unas 14.500 viviendas, que aumentarán en los próximos años con las 1.500 que restan por construirse en 120.000 metros cuadrados de edificabilidad remanente.
La construcción se ha reactivado en el último año pero queda poco suelo
Los precios medios de venta de los pisos nuevos se sitúan en torno a los 2.900 euros el metro cuadrado en Las Tablas y en 2.800 euros en Sanchinarro -donde hay más oferta-, ligeramente por encima de la media de la capital (2.700 euros por metro cuadrado), según el último boletín de precios de obra nueva de ST. Aunque es la segunda mano quien controla el mercado. Hay cientos de pisos en venta, cuyos precios apenas se diferencian debido a la escasa antigüedad de los inmuebles; los más antiguos tienen 10 años.
Sobran bancos, faltan mercados
Hace algo más de una década, lo que hoy son edificios residenciales y sedes empresariales eran campos con liebres y perdices. Los barrios de Sanchinarro y Las Tablas surgieron como Programas de Actuación Urbanística (PAU) en el Plan General de Ordenación Urbana de 1997.
Los PAU del norte se iniciaron en la primera década de este siglo y responden a un modelo de crecimiento de ensanche urbano. Su desarrollo ha sido lento por su elevado volumen, la coexistencia con otros PAU y la crisis del sector en los últimos años. La Sociedad de Tasación afirma que su trama urbanística es más propia de una ciudad-dormitorio que de un barrio de la capital, y favorece que la gente haga vida en las urbanizaciones —equipadas con gimnasios, piscinas y otras zonas comunes— en lugar de la calle.
Las Tablas y Sanchinarro ya cuentan con algunos servicios (colegios, sanidad, comercios y restaurantes) y han mejorado su comunicación con Metro, Metro Ligero y Cercanías. Este grado de consolidación les favorece frente a otros PAU, como Valdebebas o Arroyo del Fresno, que aún tardarán en disponer de todos los servicios, explica Jorge Almagro, director comercial de Residencial, Urbanismo y Suelo de Jones Lang LaSalle.
Aún así, “existe déficit de dotaciones, sobre todo en Las Tablas: ambulatorio, mercado, comisaría, centro cultural e instalaciones deportivas municipales son las principales demandas de sus vecinos”, añade Ángel Fernández, coordinador técnico de la tasadora Tinsa.
La crisis ha dejado sin cubrir buena parte de los equipamientos proyectados, entre ellos la biblioteca o el mercado de Sanchinarro, además de un centro comercial en Las Tablas. Hay muchos comercios, pero son sucursales bancarias y restaurantes que atienden a los empleados de los parques empresariales que bordean el ámbito residencial.
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