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MIREN VIVES ALMANDOZ / Directora del Museo Balenciaga

“La falta de recursos económicos nos obliga a ir más despacio”

La directora del Museo Balenciaga opina que la línea conceptual marcada hasta ahora ha sido "perfectamente válida"

Miren Vives posa en una sala del Museo Balenciaga.
Miren Vives posa en una sala del Museo Balenciaga.JAVIER HERNÁNDEZ

Miren Vives Almandoz (San Sebastián, 1973) tomó el pasado mes de abril las riendas del Museo Balenciaga. Licenciada en Económicas por Deusto, de perfil técnico, asumió el reto de reflotar un centro golpeado por la crisis y sin dirección tras la marcha de sus anteriores responsables, Miren Arzalluz y Javier González de Durana. Vives Almandoz, con voz pausada y tímida, explica sin fuegos de artificio lo que la crisis de momento le permite hacer con un museo al que en su inauguración, en 2011, no faltaron Hubert de Givenchy o Suzy Menkes, gurú de moda, y que tan sólo dos años más tarde comenzaba a tambalearse.

Pregunta. ¿Qué quiere que sea el Museo Balenciaga?

Respuesta. Me gustaría un museo que esté a la altura del nombre de Cristóbal Balenciaga, que sea reconocido internacionalmente pero que sea también muy apreciado internamente. Que hable de arte en soporte textil, que hable de muchas cosas relacionadas con el mundo de la moda, que sirva para pensar en algo, que no solo sea mera contemplación, que provoque una reflexión y promueva un espíritu crítico. Un sitio donde el público se pueda sensibilizar con lo que hay detrás de la moda. El valor del tiempo, el perfeccionismo, la creatividad, la entrega, la disciplina...

P. La situación del museo es delicada, ¿Qué ha fallado?

En mi opinión no ha habido un problema de sobredimensionamiento

R. Este museo nace con una dimensión planificada y lo que ha ocurrido, en mi opinión, no ha sido tanto un problema de sobredimensionamiento, sino que el proyecto que tenía que generarse justo a los dos años de haber empezado se ha quedado sin recursos, pero este y muchos otros. Ahora ya tenemos un edificio, una colección muy importante, pero nos falta cierto combustible y ciertos recursos que nos obliga a ir más despacio. ¿Sería lo deseable? No. Lo deseable sería que empujemos todos y pongamos la emoción necesaria y la ambición necesaria e impulsemos esto, pero la realidad nos marca otros tiempos y otra forma de trabajar.

P. ¿Qué líneas de trabajo va a priorizar?

R. Un museo es más que una exposición y para mí es fundamental el programa educativo porque nos ayuda a formar al público y a sensibilizarlo en esos aspectos de valor añadido de la moda, más slow, más alta costura, pero no en el sentido del lujo. El programa educativo puede ayudar al currículo escolar. También está el mundo profesional, con el que ya se ha empezado a trabajar, pero cuyo programa formativo el museo debe estabilizar y hacerlo crecer. Dar un plus en formación especializada.

Hay que invertir en acciones de marketing turístico, en tener visibilidad

P. ¿Y en cuanto al modelo expositivo?

R. Nuestras salas de exposiciones nobles seguirán centradas en Balenciaga. La línea conceptual que se ha marcado hasta ahora es perfectamente válida. Lo que va a variar es el ritmo con el que vamos a generar las exposiciones. Cada año no podemos inaugurar dos exposiciones de gran formato sobre Balenciaga porque no tenemos los recursos. Mantendremos una sala con lo esencial de Balenciaga y luego contaremos con una exposición que se renovará cada año. ¿Cómo complementamos la oferta para la diversificación del público? Con exposiciones de menor formato, más frecuentes, estabilizando ese programa, de diversa temática... Una renovación pensada para el público local. También tenemos que analizar cuáles son nuestros públicos, qué quieren, qué echan en falta, cuáles son sus intereses... para ir adecuando el programa expositivo.

La línea conceptual marcada hasta ahora es perfectamente válida

P. ¿Todo esto se pondrá en marcha este año?

R. Sí, todas estas líneas se verán en 2015. Y otra de las líneas en las que necesitamos avanzar es en la de investigación e ir generando documentación. Impulsar una biblioteca especializada. Es un trabajo que sí o sí debemos emprender. Recopilar, organizar, construir ese trabajo de fondo museístico. Y en cuanto a lo no museístico propiamente dicho pero que entra en el modelo de gestión está el tema de las actividades. Aparte de las exposiciones y de la formación, pretendemos que haya una actividad, que puede ser propia o no. ¿Qué ocurre en este planta? [Se refiere a la planta baja del museo, donde se realiza la entrevista]. Se le puede dar actividad a esta planta y hacer una devolución cultural y social colaborando con otros agentes de nuestro entorno. Estamos abiertos. Aquí se pueden acoger conciertos o espectáculos de danza, conferencias u otro tipo de actividad.

P. El museo se vio obligado a hacer una serie de ajustes, como la reducción de horarios, ¿Cómo están funcionando esas medidas?

R. La reducción de horarios se hizo pensando en las épocas con menos afluencia. El problema es que no vamos a tener forma de comprar porque los datos de 2012 no son una buena referencia. En la primera mitad de 2013 todavía no estaban implementados... Además, no creo que sea tan fácil decir que las cifras han podido variar por esta razón, sobre todo, cuando hasta ahora no estábamos haciendo un estudio del público, quiénes eran, de dónde venían, cómo habían conocido el lugar...

P. También una importante reducción de los gastos de funcionamiento, ¿Han permitido estos recortes destinar más dinero al contenido del museo?

R. Al reducirse las aportaciones públicas y al reducirse los ingresos porque se redujeron los visitantes hubo que hacer un ajuste. Se tomaron una serie de medidas que se mantuvieron en 2014 y que en los presupuestos de 2015, aunque se van a suavizar, se van a mantener. La plantilla no va a crecer este año. Vamos a mantener una línea austera pero sí que vamos a intentar invertir en aquello que nos ayude a generar más ingresos para a su vez reinvertir estos en contenido. Habrá que invertir en acciones de marketing turístico, en la comercialización de planes, en tener visibilidad... Durante un año y pico hemos estado ausentes y ahora vamos a tener cosas nuevas que contar, noticias que son positivas y que nos ilusionan para que la gente, aparte de lo poco positivo que ha oído con respecto al museo, se dé cuenta de que también hay cosas buenas y que son interesantes. Tenemos unos activos impresionantes, como la colección, el edificio, por supuesto, la figura de Balenciaga. Hay mucho potencial, no lo podemos desarrollar al ritmo que queremos, pero lo vamos a hacer.

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