Ocultar Convergència, o no

En las cuatro conferencias pronunciadas en las últimas semanas por Artur Mas, Oriol Junqueras, Miquel Iceta y Joan Herrera, hay cuatro hojas de ruta políticas diferentes para el futuro inmediato. No hay dos iguales, pero se les puede agrupar en dos bloques, el de los que quieren anteponer la marcha hacia la independencia a todo, y los demás. Una de las diferencias, la propuesta de candidatura única independentista formulada por Mas, se ha convertido en el punto de toque del proceso soberanista. De que prospere, o de que sea sustituida por alguna otra fórmula de consenso entre los independentistas, depende ahora mismo el adelanto de las elecciones al Parlamento la continuidad de la legislatura hasta 2016.

Pero hay otras cosas en juego. Una de ellas es que si se llega a componer la candidatura única independentista, significará que Convergència Democràtica, el partido nacionalista fundado por Jordi Pujol que ha dominado la Generalitat de Cataluña durante 27 años de los últimos 34, se fundirá en esta coalición. Mas justifica una apuesta tan extraordinaria por la excepcionalidad del objetivo que pretende alcanzar: la creación de un estado independiente. Pero el otro gran partido que también quiere crear el estado catalán, Esquerra Republicana, rechaza la fusión con una fuerza cuyos principales dirigentes durante las tres últimas décadas, incluido Jordi Pujol, están inmersos en escándalos económicos y fiscales diversos y en causas penales. Cómo ocultar Convergència, he aquí una de las claves del momento político. Esta es una apretada síntesis de las cuatro hojas de ruta.

Artur Mas (CDC). Avanzar a principios de 2015 las elecciones al Parlament. Presentar una lista independentista única, que reuniría miembros de CDC, de ERC y candidatos no afiliados avalados por organizaciones como el ANC y Òmnium Cultural. Formar un gobierno de amplio espectro encargado de negociar la separación de España y de preparar el reconocimiento internacional del nuevo estado. Elaboración de las bases para una constitución catalana. En un máximo de 18 meses, convocatoria de elecciones al Parlamento y de un referéndum para aprobar la constitución.

Oriol Junqueras (ERC). Avanzar a principios de 2015 las elecciones al Parlament. Los partidos independentistas irían a ellas con una propuesta común de creación del estado catalán compartida en sus programas. Para después, en caso de ganar, formación de un gobierno de concentración formado por independentistas y, si quisieran, federalistas. Creación de los organismos que prefiguran el futuro nuevo estado. Elaboración por el Parlament de un proyecto de constitución catalana. Convocatoria de nuevas elecciones y de un referéndum de ratificación de la constitución. 

Miquel Iceta (PSC). No adelantar las elecciones al Parlament. Promover la reforma de la Constitución de 1978 para convertir el Estado de las Autonomías en un estado federal plurinacional. El acuerdo federal debería incorporar, y en algunos aspectos superar, las partes del Estatuto de Autonomía de Cataluña anuladas en 2010 por el Tribunal Constitucional. Y ser sometido a referéndum. Condición indispensable para todo esto es dejar en minoría al PP en las elecciones legislativas de 2015.

Joan Herrera (ICV). No adelantar las elecciones al Parlament. Prioridad a las políticas sociales y a la reversión de las contrarreformas implantadas desde 2008 por los gobiernos de CiU, en Cataluña, y del PSOE y el PP en España. Confluencia de las fuerzas de izquierdas que rechazan las políticas antisociales y apoyan el derecho a decidir de los ciudadanos de Cataluña, que debe incluir la oferta de reforma de la Constitución Española para reconocer la plurinacionalidad del Estado. Esto requiere la derrota del PP en las elecciones legislativas de 2015.