La Kasa de la Muntanya amenaza con sembrar el caos en Barcelona

Aparte de amenazar con sembrar el caos en la ciudad, denunciaron que los Mossos instalaron una videocámara en octubre de 2013 para controlarles. Los jóvenes la detectaron. “Desde entonces sabíamos que Espadaler nos la tenían guardada”, vaticinaba el portavoz. “Los Mossos d’Esquadra y Espadaler ya han hecho su trabajo y ya han mostrado las ansias de venganza a las que los gestores del poder nos tienen acostumbrados”, remataba.

Junto a los ocupas se encontraba el letrado Eduardo Cáliz el cual denunció que durante la jornada de ayer se aplicó “el derecho penal del enemigo”. Sentenció que la operación se realizó como “cortina de humo ante la imputación de Jordi Pujol”. Además, denunció que se había vulnerado derechos durante las detenciones.

Cáliz aseguró que la operación policial se realizó al dictado del trabajo de final de máster de un comisario de Mossos d’Esquadra que pretende erradicar el movimiento okupa de Barcelona. “Este señor decía que había que provocar al movimiento okupa para cambiar la percepción del movimiento por parte de los vecinos, por eso decía que había que realizar detenciones pocos justificadas, registros humillantes… justo lo que se ha hecho”, dijo, en referencia al discurso de comisario Josep Piqué de hace dos años, durante el día de Las Esquadras. 

Respecto a los atentados supuestamente perpetrados en bancos italianos y en la catedral de la Almudena y del Pilar, de los que se acusa a los detenidos, no quisieron ni condenar, ni negar, ni afirmar su relación con los hechos.

Por su parte, el Ayuntamiento de Barcelona ha estimado en más de 5.000 euros los daños de las protestas por la detención ayer de los 11 anarquistas. En la manifestación, que congregó a unas 2.500 personas, se quemaron cinco contenedores de basura, que tienen un valor estimado de mil euros cada uno, se dañaron otros dos y se desplazaron 25 más, según han indicado a Efe fuentes municipales.

A estos daños en el mobiliario urbano hay que añadir el coste de eliminar las pintadas que se hicieron en los barrios de Gràcia y Sant Andreu del Palomar.