Una cápsula de café en recuerdo del periodista Joan Barril

Una cápsula de café. Es el recordatorio que se han llevado las más de 350 personas entre familiares y amigos que han llenado el Saló de Cent del Ayuntamiento de Barcelona para despedir al escritor y periodista Joan Barril, que falleció el sábado en la capital catalana a los 62 años de edad. Una despedida que casi se podría calificar de barriliana en la que no faltó la improvisación de última hora -  Marina Rosell se adelantó y mirando al féretro le cantó a capela - a la espera de la llegada de Joan Manuel Serrat. Éste, de negro, con su guitarra, dio una palmadita al ataúd y cantó una de sus canciones más conocidas, el Res no és mesquí, del poema de Joan Salvat-Pappasseit. Fue el cantautor catalán, amigo de Barril, quien cerró un emotivo acto, trufado de palabras de recuerdo y cariño hacia el periodista fallecido, y en el que se escuchó la sintonía del Café de la República, el espacio de Catalunya Ràdio que dirigió hasta octubre pasado, cuando enfermó.

Decía Joan Ollé - la pareja de hecho de Barril en el programa televisivo L'illa del tresor,- por ejemplo, que más de una vez habían bromeado sobre la certeza de que uno o el otro debería hablar en el funeral del que muriera primero. "Lo malo es que ahora va en serio", dijo antes de leer un poema de Jaime Gil de Biedma. El catedrático de Ciencias Políticas Joan Subirats, amigo desde la juventud de Barril, el periodista Pere Mas - que compartió con él La República en la etapa de COMRàdio del fallecido-  han recordado especialmente que entrar en el estudio para hacer el programa podía ser toda una aventura: "se podía dejar el guión en la redacción y no se alteraba". Gloria Duran, la viuda de Barril, su hijo, Joan, y la madre del escritor también dieron su adiós: "Jamás pensamos que íbamos a sobrevivir a nuestro hijo".

En el acto también estuvieron presentes, el consejero de Cultura Ferran Mascarell- "era capaz de hacer un editorial del Avenç en cinco minutos", ha recordado- el expresidente de la Generalitat Pasqual Maragall y su hermano Ernest, el líder de UDC, Josep Antoni Duran i Lleida, el primer secretario del PSC, Miquel Iceta y representantes de todos los partidos municipales. Pero el grueso de los asistentes eran amigos y gentes que habían tropezado con Barril en algún momento de sus vidas.