“Luis Suárez es un fenómeno”

Thomas N'Kono (Dizangue, Camerún; 58 años) no puede disimular su orgullo cuando se le pregunta por Kiko Casilla (Alcover, Tarragona; 28 años). El guardameta del Espanyol pasó, en dos años, de ser suplente a jugar con la selección española, siempre a las órdenes del camerunés, dos veces Balón de Oro africano, como entrenador de porteros. Cómplices y dicharacheros, hablan de la vida bajo los tres palos. Hablan de fútbol a la espera del derbi.

N'Kono. Nunca me voy a olvidar de la primera vez que empezamos a trabajar juntos. Me acuerdo que te pregunte: “¿Tú estás golpeando mal el balón por los nervios o porque no lo sabes hacer?”.

Casilla. ¡Imagínate mi sorpresa! Yo creía que el golpeo del balón era mi punto fuerte y lo estaba haciendo horrible. En tu época era mucho más fácil.

N. No, vosotros estáis todo el tiempo acompañados y trabajáis a diario con un profesional. Antes, en cambio, los que trabajaban con los guardametas eran los segundos entrenadores, que no tenían experiencia ni nos hacían ninguna corrección.

C. Pero como en tu época no había mucha preparación tampoco había tantos porteros buenos. Ahora, todo el mundo es muy profesional y hay mucha más gente mejor preparada. Y, además, si a vosotros se os complicaba un poco, cogíais el balón con la mano.

No he ensayado tantos centros. Frente al Barça todo pasa en el área”, dice Kiko

N. Eso es cierto. Hoy en día al portero se le exige muchas más cosas dentro de lo que es el juego total del equipo. Modificaron el reglamento y eso cambió la preparación de los porteros, por ejemplo, tuvimos que aprender a jugar el balón con los pies. Yo pasé por el proceso de adaptación de jugar de las viejas normas a las nuevas.

C. ¿Cuál fue el mejor delantero al que te enfrentaste?

N. ¡Uff!, había muchos y la diferencia entre la Liga de hoy y la de mi etapa como jugador era que en cada equipo había un gran goleador. Butragueño, Manu Sarabia, Hugo Sánchez… Siempre es difícil para un portero cuando se enfrenta a un delantero que no sabe lo que va a hacer, esos que pueden decidir en cualquier momento y de cualquier manera.

C. Sobre todo son muy complicados los que tienen mucha movilidad. Por ejemplo, Benzema nunca sabes lo que te va a hacer y por dónde va a aparecer. El domingo me toca Luis Suárez que es un fenómeno. Y claro, el Barça tiene a Messi y Neymar.

N. ¡Y es el derbi! Aunque no sé si decirte que el Espanyol-Barça de mi época era más interesante.

C. Si comparas al Espanyol con el Barcelona las diferencias entre un equipo y otro no tienen nada que ver. Pero este es el partido que todo el mundo quiere jugar. Es uno de esos días en los que nos tenemos que dejar el alma e intentar que no haya diferencias.

N. Un partido contra el Barça es diferente de todo y eso se vive en todos los detalles. Empezando por la atmósfera: mucha más gente en los entrenamientos, más periodistas, más entrevistas.

C. Todo el mundo está pendiente. Enciendes la tele y se habla de este partido. Pero luego al fin y al cabo lo que toca es el encuentro en el Camp Nou y tenemos que intentar aprovechar al máximo nuestras armas y minimizar las de ellos.

N. Por eso es tan importante la preparación y repasar bien todos los conceptos teóricos y prácticos para enfrentar a un equipo como el Barça.

Todavía me falta un poco de posicionamiento y leer mejor los partidos”, confiesa Casilla

C. Jugadas más rápidas, más cortas. Esta semana no me has hecho ensayar tantos centros. Frente al Barça todo pasa dentro del área Y, por supuesto, tendré que leerme tus informes.

N. ¡La suerte que tienes es que yo te preparo los informes! Antes, el entrenador me daba un papel en el que me ponía el nombre de los contrarios, con tres o cuatro conceptos. Hoy tú tienes esos informes más personalizados.

C. Cada semana tengo los vídeos que nos prepara Sergio [González] con todo el grupo y también el vídeo de mejora contigo. Esos que me preparas después del último partido que hemos jugado y, además, el informe con lo bueno y lo malo de cada tiempo.

N. Lo bueno es que después de cada informe ya sabes como van a ser los entrenamientos en la semana [se ríe]... Siempre me dices cabreado: “Claro, esto es porque he fallado en aquella jugada, ¿no?”.

C. Eres bien molesto, Tommy. Pero, sé que tienes razón y que en todo se puede progresar. Todavía me falta un poco de posicionamiento y leer mejor los partidos. Todo esto antes no lo sabía, pero desde que te tengo a ti dándome la vara... Tú me hablabas de posicionarme y yo lo único que quería era parar balones, el resto me daba igual. Y después me di cuenta de que cuando mejoras la posición y cuando te puedes anticipar a la jugada no hace falta hacer una gran parada.

N. Tú has demostrado que trabajando mucho se puede mejorar. ¿Te acuerdas cuando te decía que podías llegar donde quisieras en el fútbol y que jugarías en la selección?

C. Claro que me acuerdo: yo me reía cuando me lo decías.

N. Era difícil, sí. Y mucho más saliendo de un club como el nuestro. Pero sabía que tenías condiciones. Aunque tú no estés contento de cómo fue tu estreno con la selección y te quedes con el aspecto negativo, que es que el partido se perdió, yo, en cambio, pienso en lo positivo. Como siempre, pierdes todas las apuestas conmigo.

Hoy en día al portero se le exige más cosas dentro del juego”, asegura el técnico

C. Sí, sobre todo cuando jugamos a pegarle al travesaño y tú no le pegas nunca.

N. Sin embargo, bien que me has copiado en blocar el balón con una sola mano.

C. ¿Lo dices por la parada en el partido contra el Athletic? O la cogía con una mano o se me iba para atrás.

N. No me gusta sufrir, prefiero que no lo hagas.

C. Pero no lo hice por vacilar, era un recurso. No como tú que lo hacías por chulo. Y además usabas esos pantalones largos que creías que te quedaban bien [se ríe].

N. Era para dar una imagen diferente. Tú mejor que nadie sabes que nosotros, los porteros, somos distintos.

C. Primero nos vestimos distinto del resto de nuestros compañeros, y eso ya dice mucho. Y después somos el único jugador que la puede tocar con la mano. Más allá de que durante toda la semana, mientras el resto de los compañeros están trabajando con el míster, nosotros estamos solos haciendo otras cosas.

N. Y sobre todo, nuestra preparación mental es diferente.

C. La presión que tenemos los porteros en un partido de fútbol no la tiene ningún otro jugador. Cuando nosotros fallamos lo más seguro es que sea gol. Por todo esto Tommy, somos especiales.