Folletín y cómic

La literatura de género siempre se ha visto como algo secundario, paralelo o accesorio a la alta literatura: la ciencia-ficción, la novela negra, la fantasía, el terror, los espías o el salvaje Oeste, con un extremo en la llamada literatura pulp, una escritura que resultó muy seminal en la cultura pop pero que también es considerada a menudo como subliteratura. Sin embargo, estas disciplinas han dado grandes nombres a la historia de la narrativa, que nadie consideraría periféricos. Pensemos, por ejemplo, en Ray Bradbury, en el terreno de la ciencia-ficción, o Raymond Chandler y Dashiell Hammett en las lluviosas y oscuras aceras del género noir.

Hay quien quiere dignificar estos géneros, así que se celebran en La Casa Encendida tres encuentros en torno al tema propuestos por las nuevas editoriales independientes Memento Mori y Prosa Inmortal. Mañana, Noel Ceballos, autor de La escuela nocturna, recorrerá la historia del folletín literario decimonónico y su influencia en la novela de aventuras posterior como, por ejemplo, en su propia novela, un folletín ambientado en el Madrid de 1912. Después, Guillermo Zapata, autor de Una bala a dios y otra al diablo, hablará de El código fuente de la novela y desgranará el proceso de composición de su libro. Y el jueves, Daniel Ausente reflexionará sobre la contaminación entre lo real y la ficción en las obras de género: ¿Acaso no hay imágenes en las noticias que nos recuerdan a cosas que ya hemos visto en películas? se pregunta el escritor.

De otro género, el cómic (y su actual encarnación “intelectual” como novela gráfica), coinciden dos exposiciones.

Por un lado, el maestro Ibáñez, padre de Mortadelo y Filemón, Rompetechos y Pepe Gotera y Otilio, tiene una muestra en el Círculo de Bellas Artes, Francisco Ibáñez, el mago del humor, hasta el 18 de enero. Y uno de los primeros espadas de la actualidad comiquera, Paco Roca, que saltó a la fama con la obra sobre el alzhéimer Arrugas, muestra su proceso creación y ahonda en la esencia del cómic en una muestra en el Espacio Fundación Telefónica: Paco Roca, dibujante ambulante, hasta el 15 de febrero.