El Ayuntamiento destina un millón a reforzar los Jardines de Sabatini

El Ayuntamiento de Madrid (PP) ha destinado un millón de euros a realizar un estudio geotécnico del suelo sobre el que se asientan los Jardines de Sabatini, junto al Palacio de Oriente, y solventar a continuación, si no surgen “complicaciones”, el “riesgo” de “hundimientos” que detectó el pasado junio durante la celebración de los Veranos de la Villa.

Tal y como informó ayer el director municipal de Actividades Culturales, Manuel Lagos, ante la Comisión de Las Artes, ese festival contó con medio centenar de espectáculos de 23 compañías (con conciertos, entre otros, de Joaquín Cortes, José Mercé, Miguel Poveda y Café Quijano). Congregó así a 40.000 espectadores, fundamentalmente en los graderíos instalados para la ocasión en ese parque público.

Los Jardines de Sabatini, con 2,5 hectáreas de superficie, se crearon en los años 30 del siglo XX sobre un espacio usado para caballerizas por vecino palacio, del que se incautó el Gobierno republicano para cedérselo después al Ayuntamiento. De inspiración neoclásica, se divide en tres terrazas: la primera alberga un estanque y parterres; de ella sobresalen la segunda, hasta la verja de San Vicente; y la tercera, situada al este y de mayor altura.

Antes del verano, durante el montaje del graderío para el festival, la empresa municipal Madrid Destino —que se encarga de organizar la mayoría de eventos culturales del Ayuntamiento— descubrió “una socavación cuya magnitud se desconoce” pero que, a simple vista, tiene una profundidad de un metro y “en algunos puntos puede superar los dos metros”, según el informe realizado por el área de Urbanismo el pasado 18 de junio tras ser avisada por Manuel Lagos.

La zona afectada está ubicada en la segunda terraza, donde se iba a colocar el escenario y la platea para 1.200 espectadores.

El Ayuntamiento llevó a cabo unas labores urgentes para asegurar la zona, cuya garantía se extendió por seis meses, es decir, hasta el 1 de enero de 2015. A, falta de 45 días para que expire, “no se ha hecho nada”, denunció ayer Patricia García, concejal de Unión Progreso y Democracia.

La edil preguntó en la comisión “hasta qué punto se pueden celebrar eventos en un espacio tan delicado, o, mejor dicho, cómo hacerlos” sin dañar el patrimonio histórico ni incurrir en riesgos para la seguridad de los asistentes.

El área municipal de Medio Ambiente está estudiando ahora “las necesidades de cara al futuro” y “recabando información” sobre las características geotécnicas del terreno. Los trabajos deberían estar listos antes del próximo verano si se quiere mantener ese parque como sede del festival, pero, según avanzó ayer Manuel Lagos, ya se aventuran problemas, en concreto “previsibles complicaciones” derivadas no sólo de las características geológicas del suelo sino de su valor arqueológico y los restos que podrían desenterrar esos trabajos.

El informe de Urbanismo instó en julio a realizar “un estudio profundo que incluya una investigación del subsuelo para conocer el estado real del mismo”, pero ya aventuró —“hipotéticamente”— que “viajes de agua no controlados” podrían haber “desestabilizado” el terreno bajo los jardines.

El Ayuntamiento encargó entonces a Ricardo Aroca, exdecano del Colegio de Arquitectos y catedrático numerario de Cálculo de Estructuras, los trabajos de cala e inyección de mortero que evitaran “un colapso repentino” durante el festival. Además, se llevaron a cabo a lo largo de todo el verano comprobaciones diarias de los apoyos del graderío “para detectar cualquier posible descenso”.

Aroca visó a final de junio ante el Colegio de Arquitectos de Madrid la garantía de que, tras sus trabajos, la zona podría soportar hasta 2.400 kilogramos de carga máxima por punto de apoyo “al menos los próximos seis meses, es decir, hasta primero de enero de 2015”. De esta forma, la instalación del festival el próximo año en esa zona queda supeditada a los trabajos ahora en curso.