300 artistas toman el centro histórico de Valencia
El festival Intramurs sintoniza con otros barrios como Russafa o El Cabanyal
"La vida cultural de esta ciudad vive del underground", afirmaba provocativamente David (Moreno) Trashumante, coordinador del área poética del festival Intramurs, que se estrena del 7 al 16 en el centro histórico de Valencia, con 300 artistas, de ellos una veintena de fuera de la ciudad, y 400 intervenciones, buena parte en las calles de Ciutat Vella. Con esa afirmación, el poeta hacía referencia a iniciativas similares en planteamientos surgidas en barrios como Russafa (Russafart), El Cabanyal (Cabanyal Íntim o Portes Obertes) y Benimaclet Confusión. En todos los casos, iniciativas populares que implican a creadores de diversas disciplinas y al vecinadario.
En Intramurs, "el principal escenario es la calle y con ello pretendemos reivindicar el espacio público y la regeneración del barrio", explicaba la artista y directora Salvia Ferrer, que fue el año pasado la portavoz de Ciutat Vella Oberta, una iniciativa de la que Intramurs es heredera. Más de 100 espacios o puntos de encuentro, entre la calle de Blanquerías, la Torres de Quart, Guillem de Castro, Colón, Conde de Trénor y las Torres de Serranos, es decir, la Ciutat Vella de Valencia, uno de los mayores centros históricos de Europa.
Varias intervenciones podían ser ya contempladas ayer por los viandantes del centro, como los coches aplastados (Piel) del Mercat de Mossen Sorell y del aparcamiento de la plaza de López Chávarri, firmados por el colectivo Trashformaciones. Otras irán apareciendo por las calles de los barrios de El Carme, El Mercat o Velluters en los próximos días, como la del Colectivo TAV (Tape Art Valencia), previstas para mañana sábado, consistente en crear ilusiones por medio de cintas adhesivas de colores, tanto en la fachada principal de la Fundación Bancaixa como en la explanada de acceso a este centro.
Una docena de espacios expositivos se han sumado al proyecto, con casi 50 artistas de diversas disciplinas en rueda. Entre ellos, De Wall (en el Portal de la Valldigna), un local que exhibe una buena porción de muralla árabe integrada y donde se inaugura este viernes el festival, que prácticamente empieza la andadura al mismo tiempo que aquél. Junto a De Wall, los que más piezas artísticas muestran son L'Iber, el museo de los soldaditos de plomo; Ánima del Temple y Espai Carmen. Más de 30 comercios y media docena de galerías forman parte del itinerario propuesto (visible en Intramurs.org). Y tres núcleos urbanos acogen actividades de forma continua (Espacio Ideo, al comienzo de la calle Corona, Plaza de Viriato y Muvim), además de un espacio abierto "a la infancia porque es el germen de los futuros artistas de la ciudad", explicaba la responsable de los talleres infantiles, Clara Icardo.
Es un festival autogestionado, insisten, con micropatrocinios y donde los artistas no cobran. Pero David Trashumante, que espera ofrecer una cosmovisión del panorama poético actual, advierte que en la poseía escénica "siempre se pasa la gorra" y él explicará porqué. El performer Carlos Llavata coordina un buen número de artistas en acción que intervendrán también en la calle, con un mensaje global: "Conseguir que la zona del interior de las antiguas murallas vuelva a ser un barrio cultural, con un ambiente distendido". Lo proclama con un ladrillo cerámico colgado del cuello.
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