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El último arte alicantino trae sus indagaciones a Valencia

Un grupo de 10 creadores expondrá hasta el 21 de diciembre en el Centro del Carmen

Ocho de los integrantes de Arte Último Alicante. La cuarta y el quinto por la izquierda son Guillermina Perales, comisaria, y Felipe Garín, director del Consoricio de Museos de la Comunitat Valenciana.
Ocho de los integrantes de Arte Último Alicante. La cuarta y el quinto por la izquierda son Guillermina Perales, comisaria, y Felipe Garín, director del Consoricio de Museos de la Comunitat Valenciana. Tania Castro

Un combinado de 10 artistas alicantinos ocupa desde este viernes y hasta el 21 de diciembre las amplias estancias de la imponente sala Ferreres del Centro del Carmen en Valencia. Con sus obras, este grupo de edades dispares —la selección pretende funcionar a modo de corte trangeneracional para el panorama de la provincia vecina— quiere mostrar cómo se exploran allí los nuevos lenguajes de creación contemporáneos. Mejor dicho en palabras del director gerente del Consorcio de Museos de la Comunitat Valenciana, Felipe Garín, la voluntad es mostrar "qué es lo que pasa" allí. Guillermina Perales, comisaria de la exposición —titulada Arte Último Alicante—, reflexionó durante la presentación a los medios que "aunque en el arte lo local ya no existe, lo mejor para explorar la globalidad imperante es hacerlo a través de autores cercanos, aquellos que pueden ser nuestros vecinos, o haber estudiado en nuestro colegio".

Aunque en el arte lo local ya no existe, lo mejor para explorar la globalidad imperante es hacerlo a través de autores cercanos Guillermina Perales, comisaria de la exposición

La gran mayoría de las obras han sido concebidas expresamente para la muestra —por ejemplo, los descomunales murales efímeros de Elena Aguilera, titulados Debajo de ningún cielo, han sido pintados sobre las mismas paredes del espacio, compitiendo con la colosal arquitectura del mismo—. Recogen los resultados de un proyecto homónimo en la capital alicantina, que lleva ya dos años funcionando. Perales, que ha hecho una gran labor adaptando estos resultados a la sala Ferreres, asegura sentirse orgullosa al haber conseguido "estimular un poco la cultura local de allí", involucrando al público para que este siga la trayectoria de los creadores. Ahora le toca el turno a Valencia.

Una de las características comunes a los diferentes planteamientos es la imagen de economía de medios —acorde a los tiempos que corren— que se ha querido transmitir, lo que no quita lo ambicioso de la propuesta, a saber: que las obras reflejen la dilatada investigación que se ha venido haciendo en Arte Último durante estos dos años; un diálogo con la Historia del Arte indagando las posibilidades de los nuevos materiales, espacios y soportes.

Los carteles de Elena Jiménez (más información en la ampliación de la imagen).
Los carteles de Elena Jiménez (más información en la ampliación de la imagen).Tania Castro

Jesús Zuazo Garrido, por ejemplo, ilustra de manera explícita esta conversación con el pasado en sus grandes cuadros. Partiendo de una base abstracta, Zuazo introduce elementos que aluden a otros géneros y movimientos. Así, en sus lienzos hay pintura plana, juegos geométricos, de colores y materiales que entran en conflicto. La destrucción y el caos como paso previo —como reflexión necesaria— antes de crear nuevos espacios y lenguajes. En esta muestra, el artista ha usado la pizarra y la tiza, entre otros, para evocar esa lección que se impartió en alguna clase pasada, y cuyos trazos han tenido que ser borrados para seguir avanzando en el currículo. El lector sabrá entenderlo si visita su muestra onLine, al fondo a la derecha.

La instalación 'Aeronave de rescate', de Olga Diego.
La instalación 'Aeronave de rescate', de Olga Diego.Tania Castro

Para practicar un poco de escapismo y salir a volar a lugares mejores está la instalación Aeronave de rescate, de Olga Diego. La artista, que recurre a un duro momento de su biografía en que necesitó irse lejos, ha preparado un enorme globo aerostático a base de bolsas de plástico. Estas, con sus uniones artesanales y al lado de la benigna cesta de bambú y caña, se desprenden de sus desagradables evocaciones industriales y contaminantes, y llena la estancia de una masa blanca que se va hinchando y desinflando al capricho de los motores que la propia Diego ha fabricado para la ocasión.

Otra búsqueda, en este caso de los resultados y procesos de la misma exploración, es lo que ha hecho Paco Valverde, utilizando en su caso las imágenes de la misión MER (Mars Exploration Rover). El visitante va pasando frente serie de pantallas, en las que los mensajes de aquel vigía robótico nunca terminan de ser estables, con la inquietud que esto —y la banda sonora de Francisco Martínez, Pastorius— produce. Es precisamente esto sobre lo que Valverde ha querido poner el foco a través del flitch (fallos en la transcripción de imágnes digitales): el ruido que se crea de manera irremediable en cualquer traducción que hagamos, la información que se pierde y las sensaciones que esto produce al receptor de esa información corrompida durante el proceso.

Spot de 'Traducciones', de Paco Valverde. / PACO VALVERDE

Y de estas impresiones desgarradas, el visitante puede pasar a otra sala para el recogimiento. Ese que da un cuarto a oscuras, solo iluminado por el monitor —en este caso monitores— que hemos dejado encendido y que emite las ondulantes luces de colores del salvapantallas Spectrum. Imma Femenía, la más joven del elenco, también tira del vídeo y del digital en una constante en su obra, la generación de imágenes —de luz— por programas informáticos. Juegos de iluminación producidos por coordenadas matemáticas.

Las esculturas de Eduardo Lastres (más información en la ampliación de la imagen).
Las esculturas de Eduardo Lastres (más información en la ampliación de la imagen).Tania Castro

Además, al espectador le esperan las propuestas de Santiago Delgado-Escribano, que pone a prueba los límites entre los funcionamientos y los ámbitos del vídeo y de la pintura; Pepe Calvo y su reflexión sobre su propia identidad a través de su principal herramienta de trabajo, la fotografía, en EGO; los carteles eclécticos y en movimiento —de fuerte componente cinematográfico— de Elena Jiménez; Eduardo Lastres, que da la bienvenida al visitante con sus esculturas de acero inoxidable de aspecto industrial, o los lienzos de enorme formato del alcoyano Xavi Carbonell, cuyas composiciones replantean la situación del elemento figurativo.

Un buen paseo para conocer qué nuevos caminos se están explorando en el mundo del arte contemporáneo. Al menos, desde Alicante.

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