El olvido hacia las víctimas

Pili Zabala, hermana de Jose Ignacio Zabala, uno de los dos jóvenes militantes de ETA secuestrados, torturados y asesinados por los GAL en 1983, ha afirmado este viernes que para ella fue "tan nocivo el apoyo de la izquierda abertzale como el olvido del resto de partidos y de las instituciones".

Zabala ha participado este mediodía en Vitoria en la mesa redonda sobre "La relación de víctimas del terrorismo con su entorno social", dentro del XII Seminario Fernando Buesa que organiza la entidad en memoria del político socialista asesinado por ETA en 2000.

El escenario de la mesa ha sido el campus de la Universidad del País Vasco, a pocos metros del lugar en el que Fernando Buesa fue asesinado con un coche bomba junto a su escolta, el ertzaina Jorge Díez.

Pili Zabala ha agradecido a la Fundación Buesa la oportunidad de poder contar su relato y ha dicho que ha estado 28 años sin poder hablar de ello por el dolor que sentía. Zabala ha participado en la mesa junto al concejal socialista Patxi Elola, víctima de ETA, y los portavoces de Lokarri, Paúl Ríos, y de Gesto por la Paz, Fabián Laespada.

Patxi Elola ha contado la persecución que ha vivido en Zarautz tras su ingreso en el PSE-EE

La hermana de Zabala ha empezado diciendo que respeta todas las sensibilidades políticas y ha pedido lo mismo para ella, pese a que todavía hoy el Gobierno español no la reconoce como víctima del terrorismo, ha lamentado.

Ha recordado que el jueves se cumplieron 31 años del secuestro de su hermano en Francia, en plena democracia, y ha afirmado que "durante muchos años el desprecio callado de muchas entidades oficiales" hacia lo que le había ocurrido a "Joxi" le ha causado "mucha tortura psicológica".

Ha explicado que en su localidad natal, Tolosa (Gipuzkoa), el entorno de la izquierda abertzale le brindó su apoyo cuando se supo que habían secuestrado a su hermano pero ha advertido de que este gesto le producía "tanto dolor como el olvido y el desprecio callado del resto de políticos de aquella época" porque veía que la izquierda abertzale no condenaba otras vulneraciones de derechos humanos.

Ha recordado que el entonces lehendakari del PNV, Carlos Garaikoetxea, tampoco mostró ningún apoyo a su familia, ni la iglesia, ni la Diputación de Gipuzkoa, ni la comunidad educativa, lo que acrecentó el dolor.

Zabala ha subrayado que siempre ha sido "muy crítica con todo grupo político que de forma no visible defiende la violencia" y ha indicado que cuando los GAL secuestraron y torturaron a su hermano ella estaba convencida de que el PSOE estaba detrás, "como luego se demostró", ha apuntado.

Se ha preguntado si la justicia que merece su familia es la de ver la "soberbia" de los imputados por el asesinato de su hermano, seguros de que no les iba a pasar nada porque ellos "estaban protegidos".

"Tener que escuchar en el juicio todas las torturas a las que les sometieron y el calvario que sufrieron él y Jose Antonio Lasa fue muy duro pero todavía lo es más cuando ves que les condenan y a los dos o tres años ya están en sus casas", ha denunciado.

Por su parte, Patxi Elola, que militó en ETA político-militar durante la dictadura, ha contado la persecución que ha vivido en Zarautz tras su ingreso en el PSE-EE y solidarizarse con las víctimas, y ha dicho que le preocupa "la clase política que ha sido parte en esta macabra historia".

"Parece que ETA y la izquierda abertzale se han dado cuenta de que la violencia no es el camino pero todavía falta que asuman la democracia con todas las consecuencias", ha considerado.

En este sentido, ha opinado que en Euskadi no hay "un proceso de paz en el que hay que confraternizar dos partes enfrentadas sino que los que han luchado contra la democracia deben aceptarla y si lo hacen con convicción, mejor".