Una ley de impulso a la cultura muy cuestionada
El anteproyecto de ley de mecenazgo de la Generalitat ha sido duramente criticado por el Consell de Cultura
Las actuaciones de Hortensia Herrero y Per Amor a l'Art, entre otras fundaciones, o las donaciones de coleccionistas privados como Pere Maria Orts, que cedió sus importantes fondos al Museo de Bellas Artes de Valencia, o como Jesús Martínez Guerricabeitia, que dejó en la Universitat de València sus obras de arte contemporáneo comprometido, apenas cuentan con un marco legal que las propicie.
La Generalitat ha elaborado un anteproyecto de Ley de Impulso de la Actividad Cultural y del Mecenazgo en la Comunidad Valenciana que ha sido muy cuestionado, precisamente, por el órgano consultivo en materia cultural, el Consell Valencià de Cultura (CVC). Su presidente, Santiago Grisolía, calificó esta semana el anteproyecto de “mezquino” y recordó que el organismo ya elaboró un duro informe el pasado verano en el que solicitaba, antes de su remisión a las Cortes, que se revisase “a fondo” al presentar numerosas carencias y al contemplar un “mecenazgo dirigido” por los intereses de la administración, según el secretario del CVC, Jesús Huguet.
A ello se suma el fiasco de la largamente esperada Ley de Mecenazgo del Gobierno central cuyo proyecto, además de recibir una amplia contestación del sector cultural, ha quedado paralizado sin salvar las reticencias del Ministerio de Hacienda.
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