Una energía superior
Steve Cropper y Lou Marini encabezan la versión 2014 de los Blues Brothers
“Si alguien me hubiera dicho en 1978, cuando empezamos con esto, que en 2014 seguiría tocando con The Blues Brothers Band, le hubiera respondido que estaba loco”, dice el saxofonista Lou Marini, pronunciando “loco” en español (está casado con una madrileña). “Yo ni siquiera pensaba entonces que seguiría vivo en 2014”, añade el guitarrista Steve Cropper.
Marini y Cropper son los dos únicos miembros restantes de la formación original que acompañó a John Belushi y Dan Aykroyd, pero aunque no hubieran participado en la película que les dio fama (Granujas a todo ritmo, 1980) ni en los discos que vendieron millones de copias, su sola presencia esta noche en la Riviera justificaría la asistencia al concierto.
Para cuando recibieron la llamada de Belushi y Aykroyd, entonces dos cómicos del programa Saturday Night Live en ascenso, Cropper y Marini ya eran respetadas figuras en el mundo del rock y el soul. Cropper (Misuri, 1941) formó parte de Booker T & the MG's, el grupo residente del sello Stax de Memphis, es coautor de varias canciones inmortales del soul sureño (Knock on wood, In the midnight hour, Sittin' on the dock of the bay, el instrumental Green onions, etcétera), y después ha tocado con la aristocracia del rock clásico, de Jeff Beck a John Lennon. “Aún me maravillo de la suerte que he tenido de tocar con tantísima gente con talento”, confiesa el guitarrista.
Lou Marini (Ohio, 1945) formó parte en los 70 del seminal grupo de jazz-rock Blood, Sweat & Tears y luego ha estado al servicio de Steely Dan, Lou Reed o James Taylor, con quien vuelve de gira a finales de octubre. Pero antes, ambos dan lustre a unos Blues Brothers con tres vocalistas, ninguno de los originales: Belushi murió en 1982 y Aykroyd sólo se sube al escenario de cuando en cuando.
Los Blues Brothers nacieron como un sketch televisivo, pero Belushi y Aykroyd vieron el potencial y empezaron a dar conciertos. La fórmula de los dos humoristas cantando y bailando como posesos viejos temas de soul y rhythm & blues con energía roquera, enfundados en trajes, sombreros y gafas negras, y flanqueados por músicos de primerísimo nivel, se demostró infalible. “Al empezar a ensayar mucha gente pasaba por el local y su reacción era una locura”, recuerda Marini. “Este grupo tenía un nivel superior de energía”, señala Cropper. “Sí”, concuerda su compañero: “La clave fue la combinación de gente: Matt [Murphy, guitarrista] venía del blues, Steve y Duck de Stax, la sección de vientos procedíamos del jazz universitario, estaba Steve Jordan, que es un magnífico batería...”.
Los músicos pensaron que los Blues Brothers les proporcionarían “un dinerillo” y un buen rato sobre el escenario, pero el disco grabado en esas primeras actuaciones (Briefcase of blues, 1978) se vendió como rosquillas y surgió la idea de hacer una película, que dirigiría John Landis. Granujas a todo ritmo resultó ser lo que su esperpéntico título español sugería: una frenética sucesión de persecuciones con docenas de coches estrellados y extáticos números musicales. Escoltando a los protagonistas y a invitados como James Brown o Aretha Franklin, estaban la mayoría de los músicos originales. “En Hollywood le dijeron a Danny [Aykroyd] que el grupo tenían que formarlo actores, pero Dan se lo peleó: si no estaba el grupo de verdad, no había película”, explica Steve Cropper.
Uno de los atractivos de los Blues Brothers era su composición interracial (con mayoría de blancos), algo a lo que tanto Marini como sobre todo Cropper estaban ya acostumbrados. El guitarrista se revoluciona cuando se le pregunta si en el segregado Memphis de principios de los 60 experimentó problemas porque blancos y negros tocaran juntos: “Nunca viví eso, ni por una parte ni por la otra. Hay quien trata de reescribir la historia. El otro día vinieron de la BBC a Memphis, nos preguntaron por eso a Eddie Floyd y a mí y ambos dijimos que no había nada de ello. Sí, a Martin Luther King lo asesinaron en Memphis, pero no en Stax, lo que pasaba fuera pasaba fuera, dentro hacíamos música”, cuenta Cropper, que compuso en 1965 In the midnight hour junto a Wilson Pickett precisamente en el motel Lorraine en el que tres años después dispararon a Martin Luther King.
Como veteranos de reconocido prestigio, a Cropper y Marini no les faltan bolos (el primero se va de gira este otoño con The Animals; el segundo, ya se ha dicho, con James Taylor), pero aseguran que lo de los Blues Brothers es más que un trabajo: “Para mí, las dos horas de concierto son como unas vacaciones, me divierto mucho”, señala Cropper. “Yo tengo un largo historial de dejar grupos en los que no me siento a gusto, y nunca me ha pasado con los Blues Brothers”, admite Marini: “He tocado Knock on wood con cada maldito grupo del planeta Tierra, pero con esta banda salimos y lo clavamos”.
The Blues Brothers Band actúa hoy en La Riviera (Paseo Virgen del Puerto s/n). Entradas anticipadas: 33 euros.
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