Una explosión permite hallar un laboratorio ilegal de drogas en Getafe

Lo que en principio era una simple explosión en un piso de Getafe (172.500 habitantes) se convirtió en el hallazgo de un laboratorio ilegal de drogas, según confirmó ayer una portavoz de la Jefatura Superior de Policía de Madrid. Los policías que acudieron al siniestro detuvieron a los cinco moradores de la vivienda, tres de los cuales resultaron heridos por la deflagración.

Los hechos se produjeron alrededor de las ocho de la tarde en el segundo piso del número 1 de la calle de Felipe Calleja. Uno de los residentes en el piso sufrió quemaduras en los brazos, piernas y boca como consecuencia de la explosión, según fuentes del Gobierno regional. Esta causó un pequeño incendio que fue apagado por los efectivos de bomberos del parque de Getafe. A ello se unió que la onda expansiva causó importantes desperfectos en la cocina: arrancó de cuajo la vitrocerámica, afectó a la campana extractora, provocó daños en ventanas y puertas, rompió una cristalera y originó grietas en dos tabiques, según la valoración que hicieron los efectivos de extinción de incendios.

Los bomberos sanearon la vivienda y ventilaron el tiro de la escalera que se había llenado de humo durante el incendio. Los medios desplazados fueron una autobomba, una escala automática y un vehículo de jefatura. La intervención duró poco más de una hora, según fuentes del Gobierno regional.

Los agentes del Cuerpo Nacional de Policía que estuvieron en la vivienda comprobaron que la deflagración se había producido a consecuencia de una reacción al mezclar los productos químicos que se utilizan para la adulteración de estupefacientes. En concreto, los policías hallaron marihuana y hachís en la casa, por lo que detuvieron a todos los que estaban en ese momento en el piso. Uno de ellos, el que supuestamente manipulaba los productos químicos, resultó herido de carácter grave y quedó ingresado en la Unidad de Quemados del Hospital Universitario de Getafe.

Los cinco detenidos son todos de nacionalidad española. Tres de ellos son los hermanos Rubén, Iván e Israel G. P., con edades entre los 25 y los 34 años. Otra detenida es Sara Q. T., de 20 años, y Rubén C. R., de 30. Están acusados de un delito contra la salud pública. Pasarán a disposición judicial en las próximas horas.