Un empresario condenado por ‘narco’ vende su casa embargada por 30 millones

El empresario José Mestre, condenado a 12 años de cárcel por narcotráfico, ha puesto a la venta la mansión en la que vivía cuando dirigía la principal operadora de contenedores del puerto de Barcelona. La casa, en el barrio de Pedralbes, se ofrece en diversos portales inmobiliarios por 30 millones de euros y es, según fuentes del sector, la vivienda más cara de la ciudad. Aunque está a la venta desde hace más de un año, ningún millonario se ha interesado todavía en adquirirla. “El cliente estrella de este tipo de casas, que es ruso, tiene otros gustos. No le gustan las cosas antiguas, sino las gasas grandes, con mucho mármol, algo más zarista...”, explican las mismas fuentes.

Igual que su padre, Mestre, de 57 años, hizo fortuna en el puerto como director general de Tercat. En junio de 2010, poco después de ser nombrado “empresario del año” por la Generalitat, la policía le detuvo en el puerto por su relación con un contenedor de chatarra que iba cargado con 202 kilos de cocaína camuflados en bolsas de deporte. El 18 de junio, la Audiencia Nacional condenó a Mestre a 12 años y un mes de cárcel por narcotráfico y a pagar una multa de 14,6 millones de euros. La sentencia aún no es firme y el empresario sigue en libertad.

Durante la investigación, el juez Fernando Andreu decretó el embargo de los bienes de Mestre, que incluyen vehículos de alta gama (incluido un Porsche Cayenne), obras de pintores de primera línea (Tàpies, Miró) y diversas propiedades inmobiliarias. Desde hace poco más de un año, Mestre ha ido solicitando (y obteniendo) el permiso de la Audiencia Nacional para vender sus bienes, que siguen embargados, según fuentes judiciales. Una parte de las ganancias obtenidas por las ventas ya cerrada ha servido para liquidar hipotecas con los bancos; el resto ha sido consignado en el juzgado como garantía para que Mestre satisfaga sus responsabilidades.

La joya de la corona del imperio levantado por Mestre era la casa de Pedralbes, en los números 2-6 de la avenida de la Espasa. Está a la venta desde hace poco más de un año y el precio que pide ahora el propietario “ronda los 30 millones de euros”. La casa tiene más de 1.700 metros cuadrados y dispone de nueve dormitorios y siete cuartos de baño, según la descripción que consta en las páginas de internet donde se ofrece.

“Magnífica casa modernista en Pedralbes”, reza la cabecera del anuncio del portal Idealista.com. La propiedad incluye dos casas en una parcela de 2.500 metros cuadrados. Una de ellas (la original) “es una hermosa joya arquitectónica de los años 1920”, sigue la descripción, que detalla cada una de las cuatro plantas. El sótano incluye bodega, gimnasio y lavadero y da acceso a un aparcamiento subterráneo con capacidad para 12 vehículos. Los coches de lujo y las obras de arte eran dos de las inversiones preferentes de Mestre en su época como reconocido emprendedor. La planta superior es una torre / mirador con un estudio con vistas. Las fotografías muestran también una piscina y un jardín de grandes dimensiones.

El interior presenta un gran contraste de estilos entre habitaciones; desataca, en el frontal del salón-comedor, un cuadro de Miró. Pese al lujo de la casa modernista, el elevado precio fijado por Mestre complica su venta, vaticinan fuentes del sector inmobiliario. “Con 30 millones de euros, si no es la casa más cara de Barcelona, está en el top tres”, subrayan esas fuentes.

Los intermediarios que gestionan la venta de la mansión son conscientes del embargo que pesa sobre la propiedad. Pero matizan que el precio de venta sigue siendo muy superior a las cargas que soporta. Recuerdan, además que, en caso de que no logre venderse —y si se confirma la sentencia a Mestre— la sala tendría que subastarla, lo que implicaría “una reducción muy importante del precio de venta”.

Mestre necesita el dinero para hacer frente a la condena impuesta por la Audiencia Nacional, que fija una multa de 14,6 millones. Es el precio que, supuestamente, tendría en el mercado el cargamento de cocaína, que finalmente fue fijado en 186 kilos. “Durante mucho tiempo, tuvo sus cuentas bloqueadas y no tenía dinero para pagar nada”, explican fuentes judiciales.

Aunque cinco personas siguen en prisión por esta causa, Mestre permaneció entre rejas apenas un año y está en libertad provisional desde el 29 de junio de 2011 tras pagar una fianza de 10 millones. Según la sentencia de la Audiencia Nacional, ya recurrida, Mestre facilitó la entrada de un cargamento de cocaína en el MSC Corinna, un carguero de bandera panameña que arribó a Barcelona en junio de 2010. Las escuchas telefónicas revelaron que la banda mantuvo reuniones preparatorias con Mestre, a quien apodaban El Don. Uno de ellos, además, le incriminó directamente en el juicio. El contenedor fue marcado para que Mestre pudiera controlarlo y evitar su inspección. El empresario “prestó su financiación y estructura en Barcelona” para permitir la llegada de la droga.