La renovación de las cofradías amaina tensiones entre profesionales del mar
Alta participación en la votación de las cúpulas de los pósitos, tras casi una década de espera Las entidades planificarán con Mar las capturas de cada especie
Las cofradías de pescadores inician una etapa nueva. Con la designación este fin de semana que acaba de terminar de sus patrones mayores y cabildos, que deben seleccionar las juntas generales elegidas en los inéditos comicios de finales de junio, los 63 pósitos de Galicia retoman con renovado impulso y legitimidad la gestión de un sector que mueve al año entorno a 160.000 toneladas de pescado y marisco y factura, de repetirse las cifras de 2013, unos 413 millones de euros. Hay cambios significativos en el timón de estas entidades que suman en total 12.856 trabajadores y empresarios del mar. Otros eran los previstos desde hace tiempo por la tardanza de la Xunta en convocar un proceso electoral que llenó de hastío, desgobierno y conflictos buen numero de cofradías.
Renovación habrá también, e importante, al frente de las federaciones provinciales y gallega, que son para las Administraciones los principales interlocutores de la pesca artesanal y el marisqueo. Un sector clave de la economía, también nacional, dado que en Galicia se descarga más del 40% de la pesca española, y que da empleo a unos 20.000 profesionales. Son menos los afiliados a las cofradías por ser voluntario pertenecer a entidades que representan a la vez la parte laboral y patronal del mar y gestionan las lonjas con facturaciones millonarias. Dos tercios de los cofrades son mariscadores (8.305) y el resto, 4.551, armadores.
Incertidumbre bajo sospecha en Noia
La incertidumbre y las sospechas de fraude planean sobre la gestión de una de las mayores despensas de berberecho, almeja y otros moluscos. La cofradía de Noia (A Coruña), con 1.335 asociados, es con diferencia la mayor de Galicia. Agotará el plazo oficial hoy para elegir su patrón mayor y demás integrantes de su cabildo. Pero puede que haya sorpresa y que no sea reelegido, porque renuncie en el último momento, Santiago Cruz. Patrón mayor desde hace 12 años, se impuso con sus aliados y su equipo en las elecciones de junio frente a tres otras candidaturas de descontentos. Consiguió más de la mitad de los votos —la participación fue elevada, casi el 80% de los censados— y la totalidad de los puestos, 24, en la junta general, el máximo órgano de dirección de los pósitos.
Pero esa victoria, que Cruz agradeció emocionado la noche del recuento de votos por considerarla un gran respaldo a su gestión, resultó aún más llamativa dada la amplia investigación judicial en curso sobre un supuesto fraude masivo en la venta de marisco. Fue la policía autonómica, a raíz de las denuncias de un grupo de pescadores y mariscadores, la que destapó el caso y recogió en un amplio y demoledor informe hechos graves que ponen en tela de juicio a Santiago Cruz y su equipo. Los agentes los considera responsables de trucar las básculas de las dos lonjas de esta cofradía para que que pesen hasta un 12,8% por debajo de lo real, de quedarse con miles de kilos de marisco sin que los profesionales que los recolectaron cobren un céntimo por ello. O incluso de comercializar moluscos sin pasar todos los controles sanitarios. El juzgado de Noia, al frente de este sumario abierto en enero, empezará en agosto a tomar declaración a todos los implicados.
En A Illa de Arousa, la segunda cofradía gallega más grande (896 socios), también resultó elegido patrón mayor contra todo pronóstico y por la mínima Juan José Rial. Por un único voto, logró imponerse a Uxío Chaves, quien fue el que ganó, y con mucha diferencia, las elecciones de junio.
Había ganas de cambio y regeneración en organizaciones profesionales que llevan, en no pocos casos, casi una década esperando por este proceso electoral. La participación en las urnas, sobre todo en cofradías donde se acumulan los conflictos, fue muy elevada en las provincias coruñesa y pontevedresa —un 64% de media— mientras que en la costa lucense, con mucho menos peso y pugnas en el sector, ni siquiera acudió a las urnas un tercio de los cofrades.
La Consellería do Mar, bajo la dirección desde 2009 de Rosa Quintana, se hizo de rogar en exceso para convocar estas elecciones, las primeras que se celebran en todas las cofradías a la vez con el fin de unificar el mandato de sus direcciones. Incluso la Fiscalía Superior de Galicia, a petición de los productores de Carril (Pontevedra), censuró el retraso de la Xunta y llevaba año y medio urgiendo que se fijase una cita con las urnas que llegó al fin hace un par de semanas.
Mar ahora se declara encantada, en palabras de su secretario general, Juan Carlos Maneiro, con “el desarrollo modélico y sin casi incidentes” de este proceso electoral en varias fases que se completará en septiembre, cuando toque renovar las federaciones. “Había ganas y la elevada participación muestra la madurez y voluntad del sector de tener voz activa en su futuro”, admite el segundo de la consellería. Y reconoce que el paso por las urnas amainó no pocos temporales y tensiones en los pósitos, donde la prolongación durante años de la interinidad de sus patrones mayores les restaba legitimidad y respaldo entre mariscadores y armadores.
Fruto del decreto que regula las cofradías y sus federaciones, una norma que la Xunta tardó hasta enero de este año en promulgar, cambiarán algunos aspectos en el funcionamiento de su día a día. Sus secretarios asumirán ahora más responsabilidades, tomando el relevo de los antiguos gerentes en la dirección y gestión administrativa.
Pero la gran novedad, en esta nueva etapa, es la pretensión de “dar más protagonismo al sector en su autogobierno” y que las cúpulas de las cofradías se impliquen en la planificación de las políticas pesqueras, subrayó a este diario el secretario general de Mar. Las actividades en el mar se regulan hasta ahora mediante un decreto de 2011, que establece periodos de veda, uso de las distintas artes y demás.
Pero frente a este instrumento “excesivamente rígido”, Mar apuesta ahora por elaborar con las cofradías planes a uno o varios años vista para cada especie o modalidad de pesca en los que se fijen topes de capturas en función de parámetros biológicos pero también teniendo en cuenta las condiciones socioeconómicas del sector. Ya hay tres planes anuales para la captura del pulpo con nasa, la centolla y la nécora. La consellería espera cerrar hoy uno para la sardina. Su escasez, alarmante en junio lo que disparó su precio para la tradicional festividad de San Xoán, preocupa y mucho.
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