El partido cambiante

Álvaro Spottorno, hijo de diplomáticos y sobrino del exjefe de la Casa Real, se habría estrenado este mes en la Asamblea de Madrid como diputado regional del PP. Incluido en el puesto 90º de la lista popular, su momento habría llegado, tras foguearse como edil de Juventud en Pozuelo de Alarcón, en uno de los dos plenos que faltan por celebrarse antes del tradicional cese de actividad del Parlamento regional en agosto. No será así porque Spottorno falleció en mayo de 2012, con 31 años, en un accidente de moto. En su lugar debutará Lucila Toledo Moreno, alcaldesa de Villar del Olmo, un pueblecito en la comarca de las Vegas de 700 vecinos. Será la cara nueva de un hemiciclo que en lo que va de legislatura ha visto cómo se iban, por diversas razones, 16 diputados. Todos del Partido Popular, que cuenta en la Cámara con 72 parlamentarios, por los 36 del PSOE, 13 de Izquierda Unida y ocho de UPyD.

La renuncia de Carmen Pérez-Llorca, una de las viceconsejeras de Lucía Figar en la Consejería de Educación, Juventud y Deporte, ha propiciado el último cambio en los componentes de la Asamblea. La parlamentaria renunció a sus cargos por razones personales (se ha trasladado fuera de Madrid) provocando el enésimo cambio de cromos en el PP, donde se han movido el 20% de sus representantes en la Asamblea.

Las razones para el baile de escaños en las filas de Génova abarcan desde los ascensos al Gobierno de Mariano Rajoy a la retirada de Francisco Granados —también era senador— a raíz de una cuenta bancaria en Suiza. Fue el penúltimo relevo en las filas populares. Detrás de Granados entró Teresa de Jesús Luis Rico, exalcaldesa de Cadalso de los Vidrios, que ya en la pasada legislatura ocupó el lugar de Pablo Casado cuando aceptó una oferta para trabajar en la Fundación FAES. Pero sin duda el cambio más notable fue el de Esperanza Aguirre, que el 17 de septiembre de 2012 sorprendió con su dimisión como presidenta de la Comunidad y diputada regional.