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Abanca destapa sus tesoros del siglo XX

La entidad expone 111 obras de su valiosa colección, de Picasso o Dalí a Laxeiro y Maruja Mallo Seis de ellas se muestran a la ciudadanía por primera vez

Obra de Maria Blanchard de la colección de Abanca que se expone por primera vez.
Obra de Maria Blanchard de la colección de Abanca que se expone por primera vez.

La muestra Tradición, cambio e innovación, que abrirá mañana al público, exhibirá durante todo el verano --en horario de 17,00 a 21,00 horas-- obras de grandes maestros del siglo XX en el centro de Abanca en la compostelana plaza de Cervantes. La responsable de la colección, Rosario Sarmiento, presentó hoy la exposición junto al director general de Comunicación de la entidad, Miguel Ángel Escotet Álvarez. Sarmiento ha subrayado el "primerísimo nivel" de algunas obras, en total 111 que, según ha explicado, se han organizado en tres plantas para "conjugar" los fondos correspondientes a artistas gallegos (en torno al 60%) y los de españoles e internacionales (un 40%).

El recorrido pretende explicar que el arte es "un lenguaje sin fronteras" y establecer "un diálogo entre lo de aquí y lo de allí", de modo que se traslade al visitante que "el arte no tiene fronteras", ha destacado Sarmiento. Entre las obras elegidas hay varias de Picasso y Dalí y de artistas gallegos como Castelao, Maruja Mallo, Laxeiro, Luis Seoane y Manuel Colmeiro. Seis de ellas se enseñan a la ciudadanía por primera vez: Composición cubista con botella, de Maria Blanchard; Nature norte à la pipe, de Jean Metzinger; Weisslich, de Vassily Kandinsky; Composition sur fond bleu, de Fernand Leger; Le trouble du thaumaturge, de Giorgio de Chirico y Antártica desde el mar de Weddel, de Pamen Pereira.

Tradición, cambio e innovación, la primera gran muestra que organiza la antigua Novagalicia Banco tras ser rebautizada como Abanca, entidad en su nueva etapa, reúne una selección de 111 creaciones entre pintura, dibujo, escultura y fotografía que forman parte de su colección de arte contemporáneo, la pinacoteca corporativa más importante de Galicia en este ámbito. Se han seleccionado entre los fondos de la colección de arte del banco, que superan las 1.300 obras y todas ellas están catalogadas oficialmente y forman parte del expediente que se está tramitando para declararlas Bien de Interés Cultural (BIC).

Sarmiento ha explicado que se han escogido aquellos nombres que por su representatividad simbolizan etapas y movimientos "sin los cuales no es posible entender el complejo y determinante papel que el siglo pasado ha tenido en la historia del arte". Picasso sirve como hilo conductor, ha relatado, como figura "incuestionable" que define el arte del siglo XX. El recorrido, concebido de forma cronológica, comienza en una de sus primeras obras, realizada en 1895 durante su etapa de estudiante en A Coruña, y avanza a través de movimientos como los renovadores gallegos, el cubismo, el postcubismo, el surrealismo y la pintura metafísica.

Otro gran bloque se centra en el exilio, donde tienen un papel relevante hasta su regreso a España y a Galicia artistas como Castelao, Maruja Mallo, Laxeiro, Seoane, Colmeiro y Leopoldo Nóvoa. Sin abandonar el territorio gallego figura el trabajo creativo de Urbano Lugrís, Díaz Pardo y Grandío. El final de la postguerra marca el inicio de la renovación en España. De esta etapa destaca la presencia de autores como Antoni Tapies, Eduardo Chillida, Jorge Oteiza, Joan Miró y el propio Picasso, con una de sus últimas series.

La última fase se refiere a la actividad artística de las últimas décadas del siglo, desde los años 70 hasta el inicio del siglo XXI, tanto en Galicia como fuera. Desde la nueva figuración pictórica, con Darío Villalba y Helena Almeida como representantes, a Miquel Barceló y la nueva generación 'Atlántica', con artistas como Menchu Lamas, Antón Patiño, Lamazares, Jorge Barbi, Manuel Vilariño y Vari Caramés. En este colectivo ocupan un lugar sobresaliente las cuatro 'Recolectoras' de Francisco Leiro, concebidas por el escultor de Cambados como homenaje a todas aquellas personas que trabajaron para recuperar la costa gallega tras el hundimiento del Prestige. El viaje por la historia del arte del siglo XX a través de la colección de arte de Abanca termina con Antonio Murado y Pamen Pereira, dos gallegos que trabajan fuera pero que representan a las nuevas generaciones.

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Para esta muestra se ha diseñado una aplicación para dispositivos móviles que ofrecerá la posibilidad de obtener información adicional sobre 52 de las 111 obras expuestas. Podrá descargarse gratuitamente y permitirá acceder a la ficha artística de la obra, profundizar en la biografía del autor y consultar otros cuadros del mismo que también estén presentes en la exposición.

Escotet Álvarez ha descartado la venta de obras y se ha mostrado tajante al asegurar que esto no se hará "nunca". "La gente puede pensar esas ideas porque está acostumbrada a que otras personas hayan podido pensar eso", ha señalado a preguntas de los periodistas, antes de ratificar que la idea de los actuales responsables de la entidad es "todo lo contrario" y pasa por mantener y difundir un patrimonio que ha calificado de "fantástico".

Sobre si está garantizado que dicho mantenimiento se haga en Galicia, Escotet Álvarez ha respondido que Abanca tiene un "espacio propio" que es donde se guarda la colección y constituye su "base de conservación", por lo que ha insistido en que no tendría "ningún sentido" la marcha de las obras de la comunidad. Además, ha avanzado que la entidad trabaja "en un plan de desarrollo de todo el área", del que ha evitado aportar fechas para su finalización. Sin embargo, sí ha garantizado que el centro de Cervantes "tendrá un uso social" con "múltiples formas" en las que "parte importantísima" tendrá como pilar las exposiciones, aunque también se ha referido al uso divulgativo con escuelas y otros grupos especializados.

En cuanto al conjunto de edificaciones del banco, Escotet afirma que el interés es "abrirlos cuanto más se pueda a la sociedad", antes de precisar sobre el auditorio de O Preguntoiro de Santiago que "se utilizará si la gente quiere utilizarlo", ya que "no puede ser un elefante blanco en una caja de cristal" sino que debe revertir, a su juicio, "en beneficio de la ciudad y de Galicia".

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