Granada y Málaga quedan unidas por una autovía litoral

Granada y Almuñécar, además de Salobreña, están conectadas, ahora sí, por autovía. Tras muchos años de espera, accidentes, retrasos, conos y larguísimos atascos, Granada y Málaga están conectadas desde este jueves por autovía a través del litoral. Un “balón de oxígeno” para la Costa Tropical en plena época estival, recalcó la alcaldesa de la localidad sexitana, Trinidad Herrera (PP).

La ministra de Fomento, Ana Pastor, fue la encargada de inaugurar los dos tramos que quedaban: Guadalfeo-Lobres y Lobres-Taramay. En total, unos diez kilómetros que se estrenaron por la tarde y que evitarán así el paso de miles de vehículos por las peligrosas curvas de la carretera nacional 340.

Se cumple así una “demanda histórica” en la provincia de Granada y especialmente en la parte que linda con Málaga. Almuñécar ya estaba unida con la provincia limítrofe por autovía pero quedaban pendientes estos tramos.

Hacia la parte oriental aún hay obras. La Y invertida que desde Granada conecta con Almería y Málaga por autovía no está concluida aún, si bien el paso dado ayer es crucial para la comarca. La parte de Almería tendrá que esperar todavía, pero la inauguración de la ministra se recibió con entusiasmo en la costa.

“Buen ritmo”

La alcaldesa de Motril, Luisa García Chamorro (PP), aplaudió que Pastor esté “cumpliendo con los plazos dados”. La ciudad motrileña se conecta así con la A-7 y la A-44. Mientras que los tramos para enlazar con la provincia de Almería evolucionan a “buen ritmo”, según la regidora de Motril, que subrayó el compromiso del Gobierno central con la Autovía del Mediterráneo.

El pasado marzo, la ministra inauguró el acceso este al Puerto de Motril y el tramo, de la parte que va hacia Almería, entre Puntalón y Carchuna, lo que permite salvar la travesía de Torrenueva, aunque luego hay que volver a la carretera nacional. Quedan pendientes: Gorgoracha-Puntalón, Carchuna-Castell de Ferro y Polopos-Albuñol.

Pese a esta inauguración, la costa de Granada sigue teniendo tramos en los que hay que transitar por carretera convencional. Y es el único punto del litoral Mediterráneo en el que ocurre. La desventaja no afecta solo al aspecto turístico, también está el comercial.