“Buscamos nuevos cineastas a los que no les pedimos el carnet”
Rafael Maluenda cumple 15 años dirigiendo Cinema Jove, que arranca este viernes
Rafael Maluenda (Monóvar, 1967) cumple 15 años dirigiendo Cinema Jove en esta nueva edición, la 29, que arranca este viernes, 20 de junio. El festival aguanta la tormenta incesante de la crisis y sigue ofreciendo un cine muy diferente del que se exhibe en el circuito comercial. Desde hace unos años no se busca premiar al cineasta joven sino al cine "joven, inquieto e innovador". "Y ese no tiene edades", apunta Maluenda.
Pregunta. ¿Qué destacaría de esta edición?
Respuesta. Destacaría las dos secciones oficiales de la competición. Son el centro del festival y contagian al resto de secciones. Muestran un cine inquieto, inconformista, y son estrenos en España.
P. ¿Ha visto las películas de la oficial? ¿Qué se puede encontrar el espectador?
R. Me falta una. Es una selección con mucha variedad. Hay cineastas que retratan contextos sociopolíticos a través de la célula más pequeña y frágil, la familia. Centran sus historias en conflictos familiares que se interrelacionan con lo social. En lo formal, tienen en común esa voluntad inconformista.
P. Cine realizado por menores de 35 años...
R. Eso era antiguamente. Ahora no hay edad. Teníamos problemas con las fechas de cuando que nos imponía una delimitación a veces absurda. También veníamos haciendo una reflexión: ¿Qué nos interesa la edad de los cineastas o el cine que es joven?
P. ¿Y qué es el cine joven?
R. Es un cine que responde a esas cualidades que se atribuyen a la juventud, como la inquietud y la renuncia a caminos trillados. Buscar sus propias vías de conectar con el público. Buscamos nuevos cineastas a los que no les pedimos el carné ni la edad.
P. ¿Cómo ve la evolución del festival en estos 15 años? ¿Son fiables las cifras de asistencia? Porque en esta ciudad hay cierta tendencia a mezclar y sumar datos y estimaciones de públicos diferentes... ¿Está arraigado el festival en la ciudad?
En un foro internacional hemos entendido que el cine valenciano debe competir en pie de igualdad. Aupar a una película porque los autores sean valencianos va en detrimento del festival.
R. Sí, el festival está arraigado. Las cifras van subiendo y llegamos a la capacidad máxima de las salas. Ana Álvarez [actriz y presentadora de la gala de esta noche] destaca que es un festival que atrae al público a ver un cine no necesariamente publicitado, de cinematografías desconocidas. Cine belga, holandés, canadiense... Le llamaba la atención ver las salas llenas. Nosotros contabilizamos todos los públicos que asisten a las distintas actividades, como puede ser una exposición, los encuentros con los cineastas... En la memoria del festival aparece todo bien diferenciado.
P. La presencia del cine valenciano, si se puede hablar como tal, ha sido testimonial...
R. Equivalente a la presencia del cine valenciano en otros foros internacionales. A veces se habla de industria de cine valenciano y es incluso dudoso hablar de cine español. En un foro internacional hemos entendido que el cine valenciano debe competir en pie de igualdad. Aupar a una película porque los autores sean valencianos va en detrimento del festival. Se puede pensar que existe una cuota local.
P. En este tiempo, ¿ha mejorado la situación del cine y la industria valenciana del sector?
R. A nivel creativo, hay mucho talento. En la sección de cortos, los propios seleccionadores aseguran que la cosecha española ha sido notable. Intentamos que no haya una representación excesiva española. Y hay dos valencianos excelentes,Óscar Bernácer, con Bikini, y Nacho Ruipérez, con La ropavejera.
P. ¿Cree que se ha notado el proyecto millonario como la Ciudad de la Luz, ahora cerrada?
R. Creo que la industria lo ha notado. El problema es que ha dejado de notarlo de manera abrupta. Hay toda una serie de profesionales valencianos que han sacado adelante proyectos propios y en coproducción que de repente han visto desaparecer los estudios más preparados internacionalmente.
P. ¿Merecía la pena toda esa inversión de 300 millones de euros?
R. No conozco los costes y no los puedo valorar. Pero sí valoro el proyecto. El propio [Luis García] Berlanga me lo contaba. Tal vez por admiración a mi maestro, siempre creí en la viabilidad del proyecto que le encargaron a él y a su equipo. Me parecía una ocasión para atraer rodajes internacionales. Luego ya por cuestiones de gestión y por circunstancias se ha derivado a la situación que tenemos actualmente. Como hombre de cine, primero de todo, me gustaría que los estudios pervivieran y tuvieran continuidad y que pudieran coger rodajes. El realizador Thomas Alfredson nos preguntó el pasado año por La Ciudad de la Luz. Se ha notado mucho. Muchos cineastas venían preguntando.
P. ¿Alguna recomendación para descubrir una joya del cine?
R. El belga Joachim Lafoose es una cineasta a descubrir en España. Presentar cineastas que son suficientemente conocidos y para dedicarles un ciclo es uno de los objetivos del festival. Su película Perder la razón se estrenó en España, donde él se dio conocer a través de Cinema Jove, con Propiedad privada, con Isabelle Huppert. Ganó dos años después con Lecciones privadas. Es impactante, brutal, es el cine que nos entusiasma y entendemos que debemos traer a los espectadores.
P. ¿Cree que Valencia es una ciudad de cine? ¿De cinéfilos?
R. Valencia es una ciudad donde hay muchos cinéfilos, pero a la vez hay un público que reacciona ante eventos de este tipo, cosas puntuales.
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