Revés de los socios a Urrutia

A Mario Fernández, presidente entonces de BBK, le sentó demasiado mal que Fernando García Macua, entonces presidente del Athletic, hubiera sido incapaz de sacar adelante la reforma de los estatutos de este club centenario en el que había trabajado junto a otros destacados socios, entre ellos curiosamente Josu Urrutia.

Poco después de este revés, Fernández no tardó demasiado tiempo en hundir las posibilidades de Macua en la carrera electoral ya que públicamente se mostró a favor de Urrutia, ganador en las urnas. Pero el nuevo presidente tampoco ha sido capaz de sacar adelante la transformación de los estatutos ante la resistencia de una asamblea que no entiende de la adaptación a los nuevos tiempos.

Este martes, la asamblea extraordinaria constituida en segunda convocatoria con 308 socios compromisarios votó otra vez en contra. En esta ocasión, el 51 % de los socios compromisarios (274) se opusieron, mientras que tan solo un 42% (221) daba el sí con 20 blancos y 9 nulos. Una cifra insuficiente, ya que la normativa vigente exigía llegar como mínimo al 66,6% de los sufragios positivos.

El desfile de las doce intervenciones desde la tribuna ofrecida a los compromisos ha ido augurando el desenlace final donde las posiciones 'antirreforma' eran muy fuertes. Algunas cuestiones como el voto telemático y la universalización de la asamblea estaban en pleno debate, así como los procedimientos para ser compromisario, o para presentar candidaturas y mociones de censura, entre otras cuestiones clave para la vida interna de la entidad.

La propuesta introducía cambios en la elección de los compromisarios actuales

Con este desenlace queda disuelta  la Comisión Redactora, encabezada por Josu Urrutia, en calidad de presidente del club, junto a dos socios elegidos por la asamblea y otros dos miembros nombrados por el club.

Entre las novedades que introducía el proyecto, que necesitaba el sí de dos terceras partes de los asistentes, destacaba que los socios que deseen formar parte de la asamblea deberían estar avalados por tres firmas en lugar de las nueve actuales que deberían ser aportadas además de manera presencial. También se recortaba el periodo electoral de los 40 días que rigen ahora a entre 23 y 26; se limitaba a dos mandatos consecutivos, ocho años, los cargos tanto de presidente como de directivo; y se exigía que el número de mujeres en las candidaturas electorales no fuera inferior al porcentaje de socias.

Durante su intervención inicial Josu Urrutia ha destacado el "espacio dado a la Comisión, más autónomo, libre e independiente", en comparación con el que él mismo tuvo en la época de García Macua. Además, quiso remarcar que "entendía que la junta ya estaba suficientemente representada para así disipar dudas de si quisiera marcar o imponer determinadas cuestiones".