Fabra rompe con las cuotas territoriales para colocar a Bonig de dos en el PPCV

Serafín Castellano se convirtió este lunes en la primera víctima política de los malos resultados electorales obtenidos por el PP el pasado 25-M. El presidente de la Generalitat y del PP valenciano, Alberto Fabra, los tres barones provinciales —Alfonso Rus, por Valencia; José Ciscar por Alicante y Javier Moliner por Castellón— y la alcaldesa de Valencia pactaron durante un largo almuerzo la defenestración de Castellano como secretario general del partido y su sustitución por la consejera de Infraestructuras, Isabel Bonig.

El acuerdo permite a Fabra, por primera vez en la historia del PPCV, romper con las cuotas territoriales y colocar de número dos a un referente político de la misma provincia que la suya. El acuerdo, mascado durante horas, estuvo facilitado por la renuncia del presidente provincial de Valencia, Alfonso Rus, a intentar colocar a una persona afín en la secretaría general amparándose en el sistema de cuotas territoriales.

Para la dirección provincial de Valencia, que no votó la candidatura de Fabra en el congreso regional del PP de Alicante en desacuerdo con la designación de Castellano como secretario general, los malos resultados electorales tienen más de una causa. Rus explicó que además de mejorar los mensajes y la comunicación hay que cambiar determinadas políticas para volver a recuperar el electorado perdido.

Fuentes de la dirección provincial de Valencia explicaron que presionar para colocar a un afín de número dos habría contribuido a alimentar la idea de que habían propiciado la caída de Castellano y hubiesen colocado al partido en una dinámica de ganadores y perdedores, cuando lo que hace falta es trabajar sin interferencias para ampliar la mayoría electoral. El presidente provincial del PP de Alicante y vicepresidente del Consell, José Ciscar tampoco puso reparos. Sus relaciones con Bonig son correctas y la defenestración de Castellano acaba con un elemento de distorsión en provincia. No en vano, Castellano había actuado a espaldas de la provincial impulsando la proyección de la alcaldesa de Elche, Mercedes Alonso, o asesorando en cuestiones complejas como la fallida moción de censura presentada por el PP de Orihuela. Además, la provincia de Alicante está representada por César Sánchez en la vicesecretaría regional del PP. Aunque en algún momento se barajó la posibilidad de que fuese Sánchez quien asumiese las funciones de Castellano, como sucedió bajo el mandato de Camps entre la secretaria Adela Pedrosa y el vicesecretario Ricardo Costa, esta fórmula no llegó a cuajar.

La nota oficial, que evita nombrar al defenestrado, destaca la unanimidad

Con estas posiciones, y sin que Barberá propusiese una alternativa propia, la tesis de Fabra se impuso con el beneplácito del presidente provincial del PP de Castellón, Javier Moliner.

“La decisión se ha adoptado desde la unidad, la coordinación y el compromiso”, indicó el PPCV, en un comunicado sin referencia alguna a Castellano. Ahora la decisión se ratificará en Junta Directiva Regional.

La decisión tendrá que ser ratificada en una Junta Directiva Regional

Isabel Bonig, que el jueves pasado fue descartada a última hora por Fabra como portavoz del Consell —que nombró a la titular de Educación, María José Català, para el puesto y liberó a Ciscar— no ocultó ayer su satisfacción por convertirse en la número dos del PP regional. Un cargo que le obligará a renunciar a la secretaría provincial del partido en Castellón.

Bonig se comprometió a trabajar codo con codo con las direcciones provinciales, para lo que acentuará los trabajos de coordinación, y a mejorar la comunicación del partido hacia la militancia.