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El alcalde Trias cede en Fabra i Coats y dará la gestión a los vecinos

La Federación de Entidades la Harmonia lleva ocho años esperando

Iba camino de convertirse en un nuevo frente abierto para el Gobierno municipal pero el alcalde de Barcelona, Xavier Trias, ha conseguido pararlo. La gestión del Casal de barrio de Sant Andreu —que se tiene que ubicar en una de las naves de la antigua fábrica Fabra i Coats— es un conflicto que se remonta al año 2005 cuando el Ayuntamiento adquirió el complejo fabril para abrirlo a la ciudad. Fue entonces cuando el colectivo La Harmonia —en el que hay integrados varias entidades— reclamó su gestión pero todavía no la ha conseguido.

En las últimas semanas, las relaciones con el concejal del distrito de Sant Andreu, Raimond Blasi (UDC), se habían tensado mucho y el colectivo pidió una reunión con el alcalde como última opción antes de que se produjera un choque de trenes. “Hemos salido satisfechos”, valoró Ferran Verdaguer, miembro de La Harmonia tras salir del encuentro que se celebró el miércoles en el Ayuntamiento de Barcelona. El acuerdo firmado se compromete a que la gestión del espacio quedará en manos de La Harmonia “con un acompañamiento del Ayuntamiento de Barcelona”. Esta cláusula significa, según Verdaguer, “que lo empezará gestionando La Harmonia con la ayuda del Ayuntamiento y, si funciona, se hará la adjucación”. La intención es cerrar el acuerdo final en los próximos 20 días y ya se ha creado una comisión para cerrar los detalles.

El presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB), Lluís Rabell, explicó que el alcalde Trias en seguida se mostró partidario de desencallar la situación y permitir que La Harmonia gestione el espacio. El portavoz vecinal no relacionó la cesión del alcalde con las protestas de Can Vies pero siq ue aseguró que “quedó claro que el alcalde no quería salir de la reunión con nuevo conflicto”. La gestión del Casal de la Fabra i Coats —de 2.820 metros cuadrados— es una negociación que va más allá de las fronteras de Sant Andreu ya que existe un compromiso entre el Ayuntamiento y las entidades vecinales para promover la auto gestión de estos equipamientos en toda la ciudad. El uso de estos espacios, como sucederá en la Fabra i Coats si nada cambia, queda abierto a todos los colectivos que quieran realizar actividades.

El gesto del alcalde llega a penas cuatro días después de la manifestación que se celebró en Sant Andreu a favor de La Harmonia y que intentó entrar en la Fabra i Coats. El distrito había suspendido todas las actividades que había previstas en el interior para evitar que los manifestantes se encontraran el complejo abierto e incluso cambió el paño de la puerta y movilizó a los agentes antidisturbios de la Guardia Urbana. Finalmente, los vecinos no pudieron entrar.

La Harmonia se siente como propio este espacio ya que el anterior Gobierno municipal ya acordó que la gestión quedaría en sus manos. Con el cambio de poder, el compromiso quedó suspendido. El nuevo concejal del distrito, Raimond Blasi, organizó un concurso público para decidir la adjudicación del Casal y solo se presentaron dos propuestas, entre ellas la de La Harmonia. El jurado desestimó las dos y consideró que el concurso había quedado desierto. A partir de este punto el concejal Blasi anunció que la gestión sería municipal y escogió a dedo las 19 entidades que podrían utilizar la nave, entre las que no figuraba la Harmonia. El colectivo interpretó el gesto como “una decisión política”, ya que entre las entidades que forman esta federación hay algunas muy críticas con el actual gobierno y anunciaron que entrarían el pásado sábado, pero la policía lo impidió.

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