Críticas a Castellano y demanda de cambios

Los malos resultados electorales cosechados por los populares valencianos empiezan a remover las aguas del PP. Las direcciones provinciales se activaron ayer para intentar canalizar el descontento y rearmar la moral de la militancia. El presidente provincial del PP de Valencia, Alfonso Rus, decidió convocar el martes próximo a los presidentes comarcales y locales de poblaciones con más de 20.000 habitantes para “empezar a reconducir la situación y recomponer el partido”. Dos días después convocará a su Junta Directiva Provincial para adoptar las decisiones que se consideren convenientes.

La secretaria provincial del PP de Castellón y consejera de Infraestructuras, Isabel Bonig, pidió “una reflexión pausada para ver en qué ha fallado el partido”. “Es fundamental la motivación y plantearnos que hay nuevas formas de hacer política”, prosiguió Bonig, “creo que esto es evidente y que la sociedad está reclamando nuevas formas, un nuevo talante, una nueva actitud, con unos nuevos tiempos y un nuevo mensaje”.

En privado, distintas voces apuntaron al secretario general del PP y consejero de Gobernación, Serafín Castellano, como uno de los responsables de la debacle electoral de las europeas por su falta de sintonía con las direcciones provinciales del partido y el diseño de una campaña centrada en la militancia y no en los votantes.

Simultáneamente, las demandas para que el presidente de la Generalitat realice algún movimiento también arreciaban. Cargos destacados del PP apostaban porque Fabra aborde cuanto antes una remodelación del Consell. “Si hay que tomar decisiones, hay que tomarlas ya”, indicó un alto cargo. Una premura que contrasta con la decisión del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que prefiere esperar a la vuelta de las vacaciones para arrancar un plan que pueda dinamizar el partido.

Sin embargo, es difícil que Fabra mueva ficha antes de la reunión del Comité Ejecutivo Regional del PP que tendrá lugar a partir de las 20 horas de hoy. Una convocatoria que servirá para comprobar si el malestar existente se traduce en intervenciones críticas y si Fabra apunta los cambios que piensa abordar para afrontar en mejores condiciones el año que falta para las elecciones municipales y autonómicas. Fuentes del Consell apuntaron que lo más urgente es cubrir el hueco dejado por Lola Johnson en la secretaría autonómica de Comunicación, un puesto clave que está vacante desde la semana pasada cuando en plena campaña electoral la también exconsejera tuvo que dimitir tras ser imputada en relación con la gestión de los fondos de RTVV.

Este cargo, que forma parte del círculo de confianza más estrecho del presidente de la Generalitat se ha convertido en una pieza clave para poder relanzar del discurso de Alberto Fabra.