Toneelgroep, Peeping Tom y Alain Platel, en el cartel internacional del Grec

El Grec ha desvelado hoy por fin, en la presentación oficial de su programa, lo que faltaba por conocer de su oferta, incluidos varios platos fuertes de teatro y danza internacional, con grandes nombres y propuestas interesantísimas. Entre lo más destacado del cartel (del 1 al 31 de julio) –aparte de la mareante psicodelia gráfica del mismo, digna de un espirógrafo desatado (“el Grec et fa vibrar”)- figura The Fountainhead (El manantial), una historia con música en vivo y vídeo sobre la creación, la integridad y el amor, centrada en un arquitecto que se niega a hacer concesiones a sus clientes aunque ello signifique su fracaso profesional. La interpreta, justo después de su estreno y antes de llevarla a Aviñón, la compañía holandesa Toneelgroep bajo dirección de Ivo van Hove, los grandes triunfadores del pasado Grec con Tragèdies romanes, y se verá en el Lliure de Montjuïc del 2 al 4 de julio.

También a no perderse, Vader (Padre), de los recordadísimos Peeping Tom, que ya fascinaron en el Grec del 2012 con su espectáculo de teatro danza 32 rue Vandenbranden. Vader (16 al 18 de julio en el Mercat de les Flors) transcurre en un asilo y explora los recuerdos de un anciano con sus secretos y delirios. Otras de las grandes atracciones internacionales de este Grec son el Ubu Roi, de Alfred Jarry, que presentará del 17 al 20 de julio en el Lliure de Montjuïc, Declan Donnellan con la rama francesa de la compañía Cheek by Jowl, y Tauberbach, de Alain Platel con la Münchner Kammerspiele y Les ballets C. de la B., en la que una actriz (Elsie de Brauw) y cinco bailarines reinterpretan la historia real de la mujer esquizofrénica que sobrevivía en un vertedero de Río de Janeiro (también en el Lliure de Montjuïc, 11 al 13 de julio).

Otras sugerentes propuestas que vienen de fuera son un montaje coreano de Las criadas, de Genet, por el Sadari Movement Laboratory de Seúl; el nuevo trabajo del coreógrafo israelí Hofesh Shechter, Sun, con 14 bailarines, y un espectáculo francés (dirigido por Sylvain Creuzevault) sobre El capital, de Karl Marx, que se desarrolla en 1848 y en la actualidad y planteado en clave de comedia.

En cuanto a los espectáculos de aquí, a destacar el debú teatral del cineasta Agustí Villaronga con la adaptación escénica de la novela El testamento de María, del Colm Tóibin (Lumen), que revisa la figura de la madre de Jesús en forma de monólogo de una mujer atormentada por el destino de su hijo y el fanatismo de sus discípulos. Interpretada por Blanca Portillo, la obra cuenta con escenografía de Frederic Amat. Se verá en la Capella del Macba, del 17 al 20 de julio.

Muchos de nuestros mejores actores, directores y autores estarán presentes en el festival. En el teatro Romea se representará del 2 de julio al 3 de agosto La partida, de Patrick Marber, con dirección de Julio Manrique y un reparto que incluye a Ramon Madaula y Andreu Benito. La Beckett ofrecerá un Pinter, Vells temps, con dirección de Sergi Belbel (2 al 27 de julio). Pere Arquillué protagoniza Krum, del dramaturgo israelí Hanoch Levin, montaje de Carme Portaceli en el Mercat de les Flors. Manel Dueso dirige Mata’m en la Villarroel con Aurea Márquez, Francesc Orella y Boris Ruiz. Roger Bernat recrea en Numax-Fagor-plus, la lucha obrera de los trabajadores de Numax en la barcelona de los 70 en el Museo de Arqueología de Cataluña. En el Teatre Nacional de Catalunya (TNC) Xavier Albertí dirige L’eclipsi, ópera de Alberto García Demestres. En el anfiteatro se verá Bartolomé encadenado, de Sanchis Sinisterra, que usa la estructura del teatro clásico para hablar de la crisis inspirándose en la figura del jubilado que se suicidó en 2012 delante del parlamento griego. En el Poliorama, estará del 2 al 27 de julio el musical Merda d’artista (del mismo equipo de Pegados), sobre Piero Manzoni, el creador que envasó (y vendió, con gran éxito) sus heces.

Promete dar mucho juego la guillotina que instalará el veterano Iago Pericot, maestro de todos y gran agitador aún a sus 84 años, en el vestíbulo del Mercat de les Flors y que permitirá al usuario que lo desee –incluso mediante una aplicación para Smartphone- guillotinar lo que (o a quien) quiera. A Iago seguro que le encanta el arte cinético del cartel del Grec.

Muchísimas cosas como ven. Incluso una fiesta sorpresa, anunciada ayer por el director del Grec, Ramon Simó, para celebrar en las fuentes de Montjuïc el 40 aniversario de Dagoll Dagom.

El festival, como ya se había anunciado, se abrirá con el estreno gratuito de M.U.R.S. de La Fura dels Baus en el Castillo de Montjuïc el 30 de junio y tendrá su inauguración oficial el día 1 de julio en el anfiteatro con Wonderland, de la Gallim Dance Company. En la amplia programación musical –también ya presentada-, recordemos, figuran nombres como Mayte Martín, Hiromi, Eels, Joe Satriani, Josh Rouse, Bobby McFerrin, Els Amics de les Arts…. Componen el programa un total de 79 espectáculos (el año pasado eran 67), 35 de ellos coproducciones del festival (entre ellas 8 internacionales), que se presentarán en 35 espacios de la ciudad, la mayoría en la montaña de Montjuïc. Crece en la programación la danza, desciende un poco el teatro pero sobre todo hay muchas propuestas híbridas. Vuelve a haber un Mini Grec, con propuestas para los niños, y un interesante capítulo de circo. Con el regreso de Circa, la compañía que actuó el año pasado, y la emotiva creación de Rhum, el espectáculo en el que estaba trabajando cuando murió el año pasado el payaso Joan Montanyès Monti y que se centra en la vida del famoso clown Enrico Jacinto Sprocani (1904-1953); un precioso homenaje a Monti y al oficio de payaso.

El presupuesto del festival es de tres millones de euros. En la presentación de la programación, el alcalde Xavier Trias ha calificado el Grec de “referente de la vida cultural de la ciudad” y ha destacado su función actual como “primer productor de espectáculos de Cataluña”. El teniente de alcalde Jaume Ciurana ha resaltado las tres patas del festival, creación, producción e internacionalización –en doble vía- y subrayado que “todo el mundo tiene un Grec para él” y puede encontrar cosas de su gusto en la programación. Simó ha afirmado que el país necesita en estos tiempos de crisis que se cohesione al máximo el tejido creativo y productivo, ha señalado las colaboraciones y coproducciones y ha apostado por seguir ampliando la red de sinergias en el sector. Ha bromeado con que se le han “colado” dos shakespeares este año (en su primer Grec dijo que no pensaba incluir en el festival ni al Bardo ni a otros clásicos), aunque dado que uno es una particular reflexión de Pau Carrió sobre la victoria a partir de Enrique V y el otro una versión hip-hop de El sueño de una noche de verano, igual no es tan grave.

El director ha aplaudido la imagen del Grec de este año (que el alcalde observaba no muy convencido o quizá aún bajo el efecto cinético del baile de bastones de ayer en Can Vies) y ha explicado que refleja la idea de que es el espectador en última instancia el que completa el espectáculo con su mirada.