El Consell aparca la gestión y se vuelca en la campaña electoral

El Gobierno valenciano, con su presidente Alberto Fabra a la cabeza, ha aparcado la gestión diaria para volcarse en la campaña electoral. La agenda de los consejeros la marca desde hace más de diez días la dirección regional del PP.

La gran mayoría de actos programados con los consejeros son reuniones con militantes y simpatizantes del PP. Una fuerza que los populares necesitan, desesperadamente, movilizar al 100% para amortiguar el mal resultado que les vaticinan las encuestas.

El presidente del PPCV y de la Generalitat, Alberto Fabra, acompañado de la ministra de Trabajo, Fátima Báñez; la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, y el consejero y secretario general de los populares valencianos, Serafín Castellano, mantuvo ayer una reunión con interventores y apoderados del partido. Un elemento clave en la estrategia del PP que debe contribuir a garantizar la movilización electoral de la militancia. Por esta razón, tanto Fabra como Castellano han multiplicado las reuniones con apoderados e interventores del partido en las últimas semanas. Este martes Fabra anunció que el PP contará con 11.250 militantes para cubrir las 5.520 mesas electorales de la Comunidad Valenciana.

“Quien dice que hay desafección en los militantes y que por eso no se cubren las mesas, será en otros partidos porque el PP gana de salida, una vez más, la cobertura de mesas electorales, aunque a algunos les moleste porque se están quedando sin argumentos”, afirmó este martes Fabra, que volvió a insistir en que las elecciones europeas “son tremendamente importantes”.

Hacienda anuncia que pagará 92 millones atrasados de subvenciones

La importancia que tienen estos comicios para Fabra, que se juega parte de su liderazgo, explica por qué los consejeros mantienen hasta tres encuentros diarios con militantes y simpatizantes en diferentes municipios de la Comunidad Valenciana en jornadas que se inician poco después de las 10 de la mañana y que se prolongan hasta la noche. La única singularidad de la agenda electoral de los consejeros la ponen los titulares de Hacienda, Juan Carlos Moragues, y de Economía, Máximo Buch, que intercalan los encuentros con los militantes con reuniones sectoriales con asociaciones y empresarios

Con este panorama, la agenda institucional, que ha quedado reducida al mínimo, está protagonizada por los secretarios autonómicos y los directores generales en actos sin especial relevancia política.

Los únicos anuncios reseñables por parte del Consell son los de tinte electoral, como el formulado ayer por la Consejería de Hacienda que dio publicidad al pago de 92,6 millones de euros de “subvenciones a personas físicas fuera del calendario ordinario de pagos mensuales”. Según Hacienda, este dinero servirá para saldar deudas de becas de comedor, becas de libros, ayudas a la dependencia, devoluciones del copago farmacéutico o subvenciones a pymes y autónomos.

El diseño de campaña afecta también, y de manera importante, al presidente de la Generalitat. Igual que sus consejeros, Fabra mantiene jornadas maratonianas de hasta cuatro actos diarios de campaña y ha colocado en una posición de subsidiaridad su agenda institucional. Ayer se volvió a volcar en los actos de partido, incluida una visita a L’Àgora donde hoy tendrá lugar el mitin con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Su único acto institucional consistió en la clausura de una asamblea general de la Confederación Empresarial Española de la Economía Social (CEPES) en compañía de la ministra de Trabajo tras mantener en la sede regional del PP la reunión con los interventores y apoderados.

Los consejeros realizan hasta tres reuniones diarias con militantes

La intensa campaña electoral no tiene solo como objetivo la movilización de la propia militancia. El presidente, según apuntan fuentes del PP, también ha aprovechado los comicios para realizar una auténtica campaña de primarias internas, que le permitan fortalecer su liderazgo, incluso si los resultados del próximo domingo son malos. Para ello, la dirección regional del PP ha reclamado a las direcciones provinciales que pongan sus recursos al servicio del presidente Fabra, que hoy está obligado a llenar el mitin central del PP en la Comunidad Valenciana en el que intervendrá Rajoy.

Descartada la plaza de toros de Valencia —con un aforo de 12.000 personas— por temor a no repetir los llenos de campañas electorales anteriores, los populares han optado en esta ocasión por L’Àgora, que tiene un aforo de entre 5.000 y 6.000 personas. La capacidad de este edificio sin un uso específico ha variado hasta ahora en función del evento, aunque la mayor afluencia registrada se ha producido en los Open de tenis y en varios macroconciertos, en los que nunca se ha superado el citado aforo.

El PP ha buscado en esta ocasión el impacto visual más que el de los discursos, ya que la estrategia del tramo final de campaña pasa por mantener un perfil bajo y no cometer nuevos errores (como las declaraciones machistas de Arias Cañete) que puedan movilizar a la izquierda.