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UGT y CC OO ven la recuperación como “propaganda” para captar votos

En Cataluña, Gallego y Álvarez llaman a votar “contra la austeridad” en las eleciones europeas

No se atisban brotes verdes, ni hay asomo de un final próximo de la crisis. Muy al contrario, los sindicatos observan un panorama económico preocupante y descreen de los mensajes esperanzadores que el Gobierno está lanzando sobre una recuperación real de la economía española. Como el del pasado miércoles prometiendo la creación de 600.000 empleos en el horizonte de 2006. Así lo expresaron ayer los líderes sindicales de CC OO y UGT en las manifestaciones celebradas en decenas de ciudades españolas con motivo del Primero de Mayo.

La convocatoria principal se trasladó este año a Bilbao, donde se reunieron unas 15.000 personas, según datos de los organizadores. En Barcelona, la marcha central de la jornada congregó a 75.000 personas según la organización y 10.000 según la Guardia Urbana. En la manifestación también participaron partidos como el PSC, ICV y ERC, además trabajadores de los servicios públicos y asociaciones de parados y trabajadores de empresas en crisis. En Madrid la marcha congregó a miles personas.

En Barcelona por la mañana también hubo manifestaciones convocadas por los sindicatos CGT y USOC, y por la tarde la protesta convocada por colectivos anticapitalistas. En ésta participaron 10.000 personas, según los organizadores, y terminó con incidentes aislados durante los que se quemaron varios contenedores y se rompieron los cristales de oficinas bancarias. Los Mossos d’Esquadra detuvieron a varias personas en las inmediaciones de la antigua sede de la Delegación del Gobierno, donde un grupo de encapuchados rompió la protesta, aunque más de la mitad de la marcha siguió hasta la Vila Olímpica sin incidentes.

La manifestación anticapitalista acabó con varias detenciones

Los líderes de UGT y CC OO, Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo, se refirieron en Bilbao a los mensajes del Gobierno como “cantinelas” sobre el final del túnel y lo interpretaron como una estrategia electoral para captar votos. Toxo habló de “una inmensa operación de propaganda” que los partidos en el poder están empleando para “elevar sus maltrechas expectativas electorales”. “¿De qué recuperación hablamos con seis millones de parados en España?”, se preguntó Méndez.

En Barcelona la protesta puso este año el foco en la precarización del mercado laboral y en el aumento de la brecha social. Bajo el lema Contra la pobreza laboral y social. Más empleo, más convenios y más salarios la marcha salió de la plaza de Urquinaona, recorrió la Via Laietana y finalizó ante la Catedral.

El protagonismo en la capital catalana se lo llevaron los trabajadores de las empresas con conflictos abiertos. Los de Panrico fueron prácticamente los únicos que corearon consignas —“Este ERE es ilegal” o “No hay Panrico para tanto chorizo"—, junto a los de Alstom (en crisis por la falta de pedidos y ante la posible compra de General Electric) y los de la fábrica de Bosch en Castellet, con un ERE sobre la mesa. Tampoco faltaron en la manifestación representantes de colectivos afectados por los recortes, como la sanidad o la educación públicas, los bomberos o los educadores de tiempo libre.

En sus discursos finales, los secretarios generales de los dos sindicatos mayoritarios clamaron contra los efectos de la reforma laboral del PP, contra los recortes en los servicios públicos y contra la, a su juicio, poca presión fiscal sobre las grandes empresas y fortunas. El líder de UGT, Josep Maria Àlvarez, acusó al Gobierno español de “mentir” al augurar la creación de 600.000 empleos hasta finales de 2015. Àlvarez insistió en apoyar a “los miles y miles de ciudadanos que están en paro porque quieren trabajar y no pueden”, una situación que, dijo, “no es inevitable sino fruto de unas políticas al servicio de los poderes financieros”. Su homólogo en CC OO, Joan Carles Gallego, pidió una reforma fiscal, que cambien las políticas salariales y que se proteja a las personas que han agotado los subsidios.

Los dos líderes también se refirieron a la polémica por su apoyo a la consulta soberanista y defendieron su apuesta por la celebración del referéndum, sin inclinarse por el sí o el no a la independencia. “Queremos decidir sobre todo, también sobre la educación, la sanidad o los recortes”, resaltó Àlvarez, partidario de que los referéndums “se extiendan como una mancha de aceite por todo el Estado”. “Sobre la recentralización, la ley del aborto o las políticas de austeridad”, añadió Gallego. Tanto uno como otro llamaron “a votar masivamente el domingo 25 en las elecciones europeas contra las políticas de austeridad de la troika”.

En Cataluña también hubo manifestaciones en Tarragona, Girona, Tortosa y Lleida. En ciudades como Reus o Vic tuvieron lugar el miércoles.

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