El otro lado de la cueva
Los estereotipos de la vida en pareja cambian de mirada en ‘La Cavernícola’, replica de la versión masculina que suma más de cinco temporadas en cartel
Con unas bolas chinas comienza la función. En el escenario, una mujer las sujeta en silencio por unos segundos mirando al público aterrorizada. Le han pedido matrimonio y, lo peor, es que ha dicho que sí. Ahí están sus amigas para recordárselo con penes de goma y una despedida de soltera por todo lo alto. Este es solo el principio de la obra que acaba de llegar al Pequeño Teatro Gran Vía de la mano de Yolanda Ramos. Se llama La Cavernícola y es una réplica muy guerrera de su homóloga masculina interpretada desde hace más de cinco temporadas por el actor y productor Nancho Novo.
La versión femenina ha tardado en llegar, a pesar de que lleva interpretándose en varios países del mundo desde hace más de 10 años, pero tiene intención de quedarse tantos (o más) que la obra que interpreta Novo. La verdad es que tiene posibilidades, ya que sendos monólogos no distan tanto el uno del otro. En ambas, los tópicos sobre mujeres y hombres se suceden haciendo reír al público: las chicas cambian mucho de humor, los chicos no bajan la tapa del váter, las chicas van juntas a todas partes, los chicos no son capaces de prestar atención si están viendo el fútbol… Y así hasta que terminan desmontando estereotipos asentados durante años en la sociedad sin que el público se dé cuenta.
Trogloditas sin fronteras
La cavernícola
La obra se está exhibiendo en Suráfrica, Letonia, Finlandia y Alemania.
Ha sido nominada a mejor guión en Vita Awards en Suráfrica, donde sigue en cartel.
Este año se ha estrenado en Estados Unidos, España, Australia y en la República Checa.
El cavernícola
Se está representando en 32 países.
Un total de ocho millones de personas han visto el espectáculo, que está siendo representado en 16 idiomas.
En Estados Unidos lo han visto ya más de tres millones de personas desde que se estrenara en 1991 en San Francisco.
“La vida se compone de topicazos. Si no la Ley de Murphy no se cumpliría”, defiende Novo en el teatro Fígaro unos minutos antes de que comience su monólogo. Ramos piensa lo mismo y añade que lo importante es cómo los cuentes. “En cierto modo siguen existiendo, si no, ¿cuál es la razón de que hagan tanta gracia?”, pregunta.
En el sofá de piedra, mirando una televisión hecha de roca y con unos murales rupestres al fondo, la mujer y el hombre de las cavernas hablan de las dos obras que llevan dando la vuelta al mundo desde hace más de una década. “En La Cavernícola le damos el toque femenino. Respondo a Nancho y rompo los estereotipos de la mujer como recolectora. Ahora, nosotras también somos cazadoras”, defiende Ramos. “Además, La Cavernícola es obviamente mejor porque yo soy la protagonista”, bromea.
A la hora de hablar de la supuesta guerra de sexos, los dos se ponen serios. Coinciden en que hubo una no hace tanto tiempo y que todavía queda mucho por hacer para alcanzar la igualdad de género. “Aun así, esa frase ya está muy anticuada. Las mujeres nos sentimos libres, por eso podemos reírnos de estas bromas que Nancho y yo hacemos en el escenario”, señala la cómica. El y la cavernícola mantienen que sus dos monólogos hablan de entendimiento, de acuerdo y de convivencia, en ningún caso de guerra. “Me gustan los hombres. Los necesito”, reclama Ramos.
Novo todavía no ha visto La Cavernícola, pero no duda de que Ramos sacará sonrisas y muchas carcajadas, ya que no solo se ríen de los hombres. “Las mujeres también tenemos lo nuestro”, apunta la actriz, famosa por Homo Zapping y programas como el de Buenafuente o El Intermedio. De este modo, y con risas de por medio, aflorarán los defectos de la hembra moderna.
Desde Iria Producciones, encargada de hacer llegar estas dos obras cómicas al público español, reconocen que se han versionado los textos originales, adaptándolos a la mujer y el hombre medio del país. “Si lo hubieran dejado tal cuál, no habríamos logrado el mismo éxito”, señala el actor. Está orgulloso de que en España estemos más avanzados en materia de género que en otros países, como es el caso de Cuba, donde se acaba de estrenar el mismo monólogo con Alexis Valdés como protagonista. “El texto de Rob Becker tiene un cierto tufillo machista que yo quise eliminar y que se mantiene en la versión de Alexis”, asegura Novo.
Ramos también hace suyo el texto, creado inicialmente por las sudafricanas Emma Peirson y Vanessa Frost. Se apoya en un lenguaje directo, tradicionalmente masculino, con una clara intención de mostrar un cambio de roles sexuales. De este modo, da la vuelta al concepto de hombre y mujer para mostrarnos que lo que piensan las mujeres no siempre es lo que lo hombres tienen en mente.
La Cavernícola. Pequeño Teatro Gran Vía. Gran Vía, 66. Hasta el 29 de junio. Desde 16 euros.
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