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MÚSICA

Encasillamientos al traste

Templeton, septeto cántabro afincado en Madrid, presenta en vivo la tercera entrega de su pop de espectro cada vez más amplio

Los siete integrantes de Templeton.
Los siete integrantes de Templeton.enrique baró

“Es de noche, estás cansado y sales de trabajar / En el coche, en la radio, suena la gran ciudad”, te espeta Templeton entre programaciones, nada más pulsar el play para escuchar Rosi, su nuevo disco. “Elegimos esa apertura porque la frase sitúa muy bien el tono que, creemos, tiene el álbum”. Santi Castillo, además de ejercer de portavoz, es uno de los dos compositores de la banda cántabra instalada en Madrid. Y dicha historia sobre una jornada mil veces repetida (llegas a casa, enciendes la tele, la nevera vacía…) figura entre los retratos urbanos de soledad o desasosiego incluidos en Rosi. Posee un aire, por cierto, a grupos como La Mode: “Me parece muy bien que lo digas, porque los descubrí en profundidad no hace mucho y fue de lo que más escuchamos antes de entrar a grabar”, admite el guitarrista.

Templeton parece pues refutar en parte las etiquetas sixties con este tercer trabajo, cuya puesta de largo los reúne en un cartel doble con Oso Leone el viernes en la sala Joy Eslava. “Se trata de una huída un poco ex profeso, nuestras influencias no solo provienen de los sesenta. Dejamos de preocuparnos por lo que encajaría. Canciones como La gran ciudad o Fucsia nos salieron evidentemente ochenteras, y pensamos: ‘a la mierda, las hacemos’”.

Fucsia traza una dualidad en la vida de una prostituta: de fingir su mejor sonrisa en la tarea a telefonear a su madre y no pronunciar palabra por la vergüenza. “Llegamos al estudio de Paco Loco [por segunda vez su coproductor] con apenas un riff de guitarra, y para teatralizar esa escena se nos ocurrió hacer llamadas tirando del listín de Torrelavega, callarnos y grabar. La voz que sale contestando ‘¿eres tú, Rosi? corresponde a mi tía: pensó que era mi prima quien telefoneaba. Y nos hizo gracia bautizar el disco con su nombre”.

Solo se graban canciones con consenso absoluto. Y los textos los miramos muy de cerca con Álvaro, el cantante, hasta que se identifica con ellos. Lo nuestro es una comunión Templeton

La banda denominada como el galán del Equipo A se formó hace doce años precisamente en aquella ciudad cántabra, a la que dedican 39300. “Su código postal. Somos todos amigos de infancia. La canción describe lo mal que no sentimos cada vez que vamos, por el contraste entre el recuerdo feliz de la niñez y la dura realidad de un sitio que dejó de ser próspero. Lo adoramos pero nos mata. Y su ruina la personificamos en una especie de Gloria Swanson crepuscular”.

No se trata del único guiño: Quemado por el sol alude al filme de Nikita Mijalkov y menciona Un mundo perfecto, la película de Clint Eastwood. Castillo, por si sirve de pista cinéfila, trabaja para Turner en su otra vida, aunque su responsabilidad se centra en canales infantiles. Nada inocente en cambio resulta El látigo, trallazo tipo Surfin’ Bichos sobre la opresión en distintos contextos. “Una gran letra de Javi Carrasco, nuestro teclista. Rebelarse contra el que te estén permanentemente fastidiando”.

Templeton practica la democracia: “Solo se graban canciones con consenso absoluto. Y los textos los miramos muy de cerca con Álvaro, el cantante, hasta que se identifica con ellos. Lo nuestro es una comunión”. Valga el ejemplo de Pálida camarada: “La escribí sobre una chica de la que estaba enamorado Álvaro, pensando en cómo se sentía mi amigo. Nos conocemos mucho. Luego él, sin saber eso, añadió varias líneas más que resultaron estar inspiradas justo en ella”.

El cariño de la banda por su propio proyecto ha encontrado réplica en el sello barcelonés Sones (casa de Manos de Topo y Za!). “Nos hizo mucha ilusión que se interesaran sin haberles mandado una demo, somos así de tontorrones”, bromea Castillo. El grupo se había autoeditado su álbum previo en 2012, El murmullo (“una experiencia muy satisfactoria pero agobiante por lo engorroso del papeleo”), tras el desencanto del estreno con la madrileña Subterfuge: “Exposición Universal [2009], una especie de prehistoria de Templeton que nos sacaron en un disco. Su forma de trabajar no encajaba con­ nuestra idea, y nos concedieron amigablemente la carta de libertad”.

Si El murmullo contó con una lenta elaboración, maquetas mediante en el estudio de Brian Hunt (miembro de Templeton, músico y productor inquieto, compinche de Russian Red), todo en Rosi ha ido más ligero. “Paco Loco ha podido intervenir mucho más, y hemos llegado a componer temas enteros ya en las sesiones”. Simplificar representaba otro objetivo del ahora septeto: “Se ha incorporado a la viola Sara U. Cordero, amiga de cuando estudiábamos en Salamanca. La idea era meter ese instrumento a lo John Cale en la Velvet en lugar de las cuerdas más sinfónicas del trabajo anterior. Tendíamos a que se nos fuera la mano con los arreglos”. 

Treintañeros para niños

El corte más pegadizo del nuevo disco de Templeton responde al nombre de Cowboy. “Es muy sincero, hecho desde el corazón por Javi, que se reconoce como un viejo dinosaurio, un cruce entre King Crimson, Elton John y Supertramp. Desprende humor pero no el cínico que tanto abunda en el pop español. Nosotros no podemos evitar ser románticos”.

Seguro que esa veteranía precoz (todos nacieron alrededor de 1981) no la sienten Álvaro y Santi cuando entonan por el niño Finn y el perro Jake, respectivamente, en el bombazo televisivo de dibujos animados Hora de Aventuras que emite en España Boing. Castillo aclara su papel musical en la serie, de origen estadounidense: “Me encargaron adaptar las letras al castellano. Y ya que tenemos el grupo, las canto con componentes de Templeton”. O con amigas de otras bandas indie cuando se trata de personajes como la Princesa Chicle o la reina roquera de los vampiros conocida como Marceline.

Templeton y Oso Leone actúan el viernes 11 de abril en Joy Eslava, dentro del ciclo Sound Isidro. 20:00 h

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